Capítulo 12: Mamma Mia! Here we go again.

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Pov: Adrián 🐠

Después del sex on the beach nadie bebió nada más.

A la película todavía le quedaba una hora. Como todos íbamos peor de lo que nos gustaría decidimos que centrarnos en comer otro rato sería buena idea. El alcohol empezó a bajar conforme lo hicieron la comida y las botellas de agua.

Val y Jazmin seguían cantando, pero ya no saltaban ni se ponían de pie. Se quedaron en la colchoneta con las botellas de agua como sus mejores amigas.

Estábamos los cuatro tumbados en silencio. La película seguía puesta y por primera vez estaba presentando atención de verdad. Era más fácil ahora que Jazmin no me estaba haciendo un espectáculo delante.

Mientras Val se había colocado sobre Max y este la abrazaba medio sentado, Jazmin se acercó más a mí. No estábamos tan cerca como cuando habíamos estado durmiendo juntos, pero lo suficiente para sentir su calor a mi lado.

Ella envolvió sus brazos alrededor del mío. Max no nos veía desde su posición, lo cual me relajó.

Después de lo que había pasado con el numerito del "sexo en la playa" y el casi beso que nunca pasó pensé que me sería imposible estar junto a Jazmin como si nada. Pero, en realidad, estar junto a ella en ese momento no era tan diferente a estar con ella antes.

Porque si lo pensaba, Jazmin y yo llevábamos ya varios días envueltos en este juego. En buscarnos constantemente aunque fuese de forma inconsciente. Cada juego en la piscina donde hacíamos equipo, cada partida de cartas en la que habíamos empezado a sentarnos juntos para aliarnos contra el resto de sus primos si uno de los dos perdía, cada comida en la que compartíamos plato porque ella "solo estaba picando" y yo "me había llenado antes".

Llevábamos días buscando excusas para acercarnos, para tocarnos. Quisiéramos o no, que hubiésemos estado a punto de besarnos no iba a cambiar la realidad. No estaba muy seguro de cual era esa realidad, pero nos incluía a Jazmin y a mí cruzando una línea que aunque ambos sabíamos que no deberíamos cruzar nos estaba dando igual tentar a la suerte y sobrepasarla.

A medida que pasaba la película noté que Jazmin cada vez miraba menos la pantalla. No le di importancia hasta que sentí su mirada buscando la mía.

-¿Qué? -pregunté en un susurro.

-Nada.

-No estás viendo la película -reclamé.

-Prefiero verte a ti -susurró-. La peli la he visto muchas veces. Esta es la primera vez que te veo a ti viéndola.

Sonreí sin poder evitarlo ante su respuesta. Giré mi vista a la proyección de nuevo antes de que me regañara por no verla y dejé que mis dedos rozasen los suyos en la colchoneta, como quien no quiere la cosa. Después de unos minutos jugando con sus dedos nuestras manos estaban prácticamente entrelazadas. Confíe en que su cuerpo tapara la visión de Max y la apreté más cada vez que ella comenzaba a cantar, girándose levemente hacia Val para continuar.

Jazmin era lo único que estaba manteniendo despierta a Val. La veía cabecear de vez en cuando en el pecho de Max, pero siempre terminaba por girarse a Jazmin para comentar algún detalle sobre la película.

Cuando la última canción sonó, y quiero decir última, porque Jazmin insistió en dejar los créditos, Max parecía aliviado de tener una excusa con la que irse finalmente a la cama. Le entendía. Entre el efecto del alcohol, aún bastante notable, y la excursión por los ríos estaba agotado.

-No aguantas nada -molestó su prima cuando Max anunció que se iba a la cama-. Yo me vería la segunda.

-¿Hay una segunda? -pregunté.

Como si fueran los 80 [En pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora