CHAPTER TWO.
Era un día tranquilo para Tom, estaba en su jardín en el cual tenía muchísimas cosas de defensa, había logrado crear una fortuna de sus trabajos pasados así que vivía cómodamente en la tranquilidad de su hogar, hogar que no era muy pequeño a simple vista, él vivía solo, aunque algunas veces llegaba su hermano Matheo y algunos de sus viejos amigos y se quedaban a dormir junto con sus esposas y sus hijos.
Mientras Tom seguía con su entrenamiento, desarrollando nuevos hechizos y practicando hechizos viejos, noto que un gato de apariencia dudosa lo estaba viendo fijamente esperando a qué él se diera cuenta.
— No esperaba tener su presencia justo ahora, Minerva. — Dijo Tom, McGonagall se sorprendió de lo rápido que Tom se dio cuenta de que era ella, así que decidió volver a su forma normal.
— Quería hacerle una propuesta, Señor Riddle. — Dijo con seriedad y con dureza, Tom era de las pocas personas que conocía que era realmente bueno en D.C.A.O, y al faltar un puesto, pensó en él rápidamente.
— ¿Qué clase de propuesta? — Dijo Tom dejando su varita en el suelo, después de que McGonagall se fuera seguiría en lo suyo.
— Se desocupo el puesto de Profesor en D.C.A.O, venía a hacerle la propuesta de estar en él, es una de las pocas personas que conozco con el potencial de enseñarle a defenderse a los alumnos. — Dijo acercándose un poco a Tom, él mantenía un semblante serio, pero estaba sorprendido de que McGonagall lo tuviera en cuenta después de tantos años.
— ¿Y qué obtendría a cambio? — Dijo Tom recogiendo su varita, a pesar de aquella presencia femenina seguiría su entrenamiento diario.
— Un buen hospedaje, y si usted lo requiere puede venir a su hogar cuando quiera. — Dijo siguiendo a aquel hombre, ya que se movía de un lado a otro.
— No me convence, Minerva. — Dijo quedándose quieto unos minutos para después proseguir en lo suyo.
— Por favor, Tom, pienselo, sería un honor tenerlo como Profesor en Hogwarts. — Aquella Directora ya tenía un tono de convencimiento, a lo que Tom se quedó pensando unos minutos para después asentir.
— Está bien, lo haré, solo mandeme las indicaciones por lechuza. — Dijo para después seguir entrenando, Minerva desapareció de aquel lugar dejando solo a Tom para que siguiera con lo suyo.
Esta sería una nueva etapa para él, a pesar de no ser una persona sociable, estaba seguro de compartir sus conocimientos con otros alumnos, a lo que esperaría que ellos aprendieran, estaba consciente de que sería un Profesor estricto, ya que le gustaba que siguieran sus reglas y que no lo desobedecieran, justo así era en su adolescencia con sus amigos y hermano, los ponía al corriente en las materias y daba asesorías a niños de cursos diferentes e incluso de su mismo curso. Esta sería una gran oportunidad para hacer algo no tan nuevo.