CHAPTER THIRTEEN.
𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐄𝐒𝐂𝐔𝐂𝐇𝐀𝐑:
"𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒍𝒂 𝒎𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 - 𝑬𝒔𝒍𝒂𝒃𝒐𝒏 𝑨𝒓𝒎𝒂𝒅𝒐 𝑭𝒕. 𝑰𝒗𝒂𝒏 𝑪𝒐𝒓𝒏𝒆𝒋𝒐" 𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐋𝐄𝐄𝐒 𝐄𝐒𝐓𝐀 𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄, 𝐄𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐌𝐀́𝐒 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄𝐓𝐄𝐍𝐈𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐎.
Habían pasado dos días desde aquel incidente, Tom durante esos días cuidaba de Genevieve sin despegarse de ella, no la dejaba sola ni un minuto, trataba de hacerla feliz y borrar aquellos malos pensamientos que invaden su mente, esas pesadillas que interrumpen sus dulces sueños, él estaba ahí para cuidar de ella.
Eran las 9:38 de la noche, Genevieve se encontraba durmiendo después de varias horas tratando de controlar su llanto por recuerdos horribles. Tom como siempre, a su lado, apoyándola.
En ese mismo instante Genevieve despertó por una pesadilla, era aquel recuerdo de ella en la ducha sin poder hacer nada, sin poder escapar de aquel hombre que le hacía tanto daño, de aquel hombre del cual Tom se había deshecho, lo había desaparecido de este mundo por haber lastimado a la mujer de su vida.
— Cielo.. tranquila, aquí estoy. — Dijo Tom, abrazando a Genevieve para que pudiera estar tranquila.
Genevieve se sobresaltó ante el tacto de aquel pelinegro, pero aún así dejó abrazarse, dejó que la consolara.
— T-tom.. — Dijo con su voz quebrada, aquel nudo en la garganta permanecía desde aquella reunión en casa de los Malfoy.
— ¿Qué ocurre, princesa? — Contestó, su voz era tan dulce a comparación de la voz que solía usar con ella en un principio.
— ¿Puedo pedirte algo? — Posó sus ojos en los de él, una burbuja estaba rodeandolos, una burbuja llena de amor, llena de cariño y anhelo.
— Pídeme lo que sea, Gene. — Le dio una dulce sonrisa y acarició su mejilla con el pulgar.
— Quiero… quiero que me hagas olvidar, quiero que me quites todo cualquier tacto que no sea el tuyo, quiero ser tuya. — Pidió, lo que hizo que Tom se sobresaltara un poco, no estaba seguro de hacerlo, no quería lastimarla.
— ¿Estás segura, cariño? — Preguntó, no haría nada de lo que ella no estuviera segura.
— Completamente. — Con temor, se fue acercando poco a poco hacia los labios de Tom.
Este noto aquella acción que estaba intentando hacer la castaña, así que él también la imitó, hasta que por fin juntaron sus labios en una misma sintonía, sus labios con juntaban muy bien, al principio fue un beso lindo y tierno, pero la castaña intentó intensificarlo, quería dejar todo rastro de dolor, quería alejarse de lo que le hacía daño y quería concentrarse en el hombre que verdaderamente la hacía feliz, ese hombre que la amaba desde el fondo de su corazón, ese hombre frío que no demostraba sus sentimientos siendo ahora el hombre más dulce que pudo haber visto en su vida, un hombre sincero y seguro de sus emociones.
Tom bajó lentamente aquella blusa de tirantes que Genevieve tenía puesta, dejando rastros de besos en su hombro y dejando descubiertos sus pechos, Tom dejo pequeños besos en el cuello de esta, haciendo que Genevieve se sobresaltara e intentará alejarlo.
— Soy yo, mi amor, no te haré daño. — Dicho esto, la castaña dejo que Tom siguiera.
Esta quitó aquella camisa que Tom tenía puesta, después de varias prendas ambos quedaron completamente descubiertos ante sus ojos, ambos se veían con amor y con deseo, ambos se amaban con intensidad, un amor más intenso que el fuego.
Tom se posicionó arriba de la castaña, sin intención de lastimarla y puso su frente encima de ella, sus ojos se veían fijamente, estaba realmente embobado con aquellos ojos de miel, aquellos ojos relucientes, sus narices rozaron haciendo un beso de esquimal, mientras que esté se posiciona en la entrada de la castaña, embistiendola lentamente, quitándole un suave gemido de la boca de esta.
— Déjame ser quien te cuide, Genevieve, déjame ser quien guíe tu camino en un día de oscuridad, déjame amarte, amarte como nunca nadie, déjame ser la persona que esté junto a ti siempre, déjame tomar tu mano cada que pienses que estás desorientada, déjame ser tuyo, y deja que tú seas mía. — Dijo, la miraba a los ojos de una forma tierna, ambos se cuidaban, se amaban, se respetaban y tenían un amor demasiado puro, un amor que nunca habían sentido en sus vidas.
Estuvieron así unos minutos, hasta que ambos llegaron a su máximo, quedándose completamente dormidos, ese fue el día que Genevieve recordaba aquel tacto dulce de su amor y no aquel maldito tacto del hombre que le jodió la vida, nunca había sentido amor verdadero por un hombre tan sincero, nunca había pensado en sentir amor por aquel hombre que “odiaba” con su vida solo por tratarla mal e insultarla. Pensó que toda su vida viviría las cosas sola, que sufriría en silencio y sin nadie a su lado, pero Tom llegó a su vida, él también pensaba lo mismo, al parecer nunca pensó en tener a alguien en su vida después de la guerra, todas las chicas que una vez vio lindas lo juzgaron por su apellido y por su pasado, pero a ninguna le pasó por la mente todo lo que había sufrido, como se sentía, que necesitaba ser amado, que necesitaba sentirse querido y cómodo.
Querían compartir una vida entera juntos, ser el motivo de sus alegrías, despertar por las mañanas y ver sus caras, hacer su famoso contacto visual haciendo que ambos se sintieran en su propia burbuja, disfrutaban cada momento juntos, sea poco, pero que fueran solo ellos, iluminaban su vida, siempre se cuidarían, siempre se asegurian el amor que se tenían, que nadie comparia sus besos, sus caricias y lo demás, solo eran ellos, ellos por siempre.
Ambos estaban juntos, solo ella y él, hasta el final, hasta la muerte.
°
Holaa, quiero pedir muchas
disculpas por no haber subido
capítulo, no estaba preparada
mentalmente, hablando de
salud mental, claro, y pues ya
les traje el capítulo.También quiero darles una
mención de que adelante el
gran final de esta bonita
historia de amor, así que
mañana lo tendrán por aquí
y iniciaré con la historia que
les había mencionado antes
en mis historias de tt e ig.
En fin, disfruten este cap!Con amor: 𝐏𝖺𝗋𝗂𝗌!🗼
【 𝐏. 】