CHAPTER ONE.
Cómo siempre, era un día más que tranquilo para Genevieve Rosier, no tenía que preocuparse por nada ya que hace unos meses había decidido dejar su trabajo por la cuestión de que la presionaban demasiado y se estresaba mucho, ella pensaba, ”¿Para qué demonios trabajo ahí? tengo una fortuna aparentemente grande gracias a mi familia y mis padres, solo estoy perdiendo mi tiempo y perdiéndome de grandes cosas que podría llegar a hacer en el paso de los años” así que decidió renunciar de su labor como aurora del ministerio.
Genevieve se encontraba bebiendo el té en su jardín, las flores rodeaban aquel lugar, flores rojas, flores rosadas, flores blancas y con muchas espinas. Ella estaba admirando todo a su alrededor como todos los días, está vez no tendría visitas de unas de sus mejores amigas, Hermione y Ginny, la visitaban a menudo ya que decían que no les convencía la idea de que Genevieve estuviera sola, necesitaba compañía según ellas, y que mejor visitarla junto con sus hijos.
Los pensamientos de Genevieve fueron interrumpidos gracias a un gato con una gran peculiaridad, aquel gato la estaba observando con una mirada como si estuviera interesado en hablar con ella, y era cierto, porque en unos minutos Genevieve captó.
— Directora McGonagall, ¿Qué la trae por aquí? — Dijo Genevieve para después darle un pequeño sorbo a su té, siguiendo esto en otra taza sirvió un poco para que la profesora pudiera beberlo.
McGonagall volvió a su estado normal, siendo humana de nuevo y tomó asiento en aquella silla blanca que al parecer estaba pegada al piso, tomó un sorbo del té y hablo.
— Como sabe, Señorita Rosier, estamos por iniciar las clases en Hogwarts de nuevo, escuché que usted se especializó en Pociones antes de ser aurora y quería hacerle la gran propuesta de darnos sus servicios como profesora en Hogwarts, ¿Qué dice? — Dijo viendo fijamente a Genevieve, lo que la dejó sorprendida, nunca pensó que su profesora de cuando era joven, ahora directora, viniera a pedirle algo así.
— Oh… ¡Me encantaría! — Hizo una pausa. — Pero con una pequeña condición. — Se puso aún más sería, dejando su taza de té a un lado y posando su mirada en McGonagall.
— Claro, ¿Cuál? — Dijo con confusión, también imitando la acción de Genevieve.
— Que no me sobreexploten tanto. — Dijo Genevieve con sinceridad, a lo que McGonagall sonrió y asintió.
— Bien, ¡Entonces será bienvenida en Hogwarts, Profesora Rosier! Le enviaré las indicaciones— Dijo con emoción para después desaparecer de aquel lugar dejando sola a Genevieve.
Al parecer está sería una nueva etapa para ella, y tal vez así no se sentiría tan sola y conocería nuevos amigos, como en sus viejos tiempos.