-Breves líneas-

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Milo.-Desde hace unos días que estaba en mi departamento con cuadros en sus paredes, dos ventanales con balcón y entrada de los rayos del sol, un despacho de fondo; un escritorio grande de madera caoba, una silla reclinable y dos computadoras al frente, y suena el teléfono –mientras me acerco al teléfono, de frente veo pasar la vida que más adelante y sin darme cuenta le daría un significado tan abstracto que sin dudarlo tendría un valor. Me sorprendería cuanto es que alguien puede volverse tan importante, nunca se confíen.

Me valí de muchas cosas para llegar hasta donde estoy aun que realmente nunca sabes que va a pasar el día de mañana, yo sin embargo pase muchas cosas.

Mientras Milo salía de su oficina, avanzo unos metros cuando un hombre se le acercó y le señalo unos cachorros pequeños ya con la madre muerta. Pocos habían sobrevivido y Milo los tomo, el aseo y baño llevándole uno a su vecino, un pequeño de cinco años. Y el otro él se lo quedo.

Al recibir una llamada puede ser algo tan simple como tus amigos para invitarte a salir o familia para acompañarlos a comer, o alguien que no esperas que contacte.

-Suena el teléfono- Contesto. Mientras se acerca Holmes y lo acaricio.

-Sí, bueno. Claro ahí estaré. –Hey, te comportas mientras no estoy. Ya sé que quieres ir pero no te dejan entrar. Le decía yo a mi perro.

Milo- Hola, disculpen mi demora

Padre- descuida hijo, ¿dime como te ha ido?

Milo- Bien, bien y que tal a ustedes, ¿Cómo les fue en su viaje? ¿No se perdieron al llegar acá?

Madre- ¿Por qué te viniste a vivir tan lejos?

Milo- mamá mira mis razones son muy poderosas, aquí me ofrecieron un buen trabajo y debía aprovechar, no querían tenerme viviendo con ustedes por más tiempo. ¿O sí? –miro guiñando mi ojo y sonriendo.

Un mesero atiende nuestra orden. –A ellos trae una bebida tropical, y un plato de sopa con salmón y aderezo-, se van a quedar impresionados, -les dije cuando sirvieron el alimento. Salimos del restaurante y fuimos a mi casa. Holmes los recibe tras la puerta con alegría y jugando en sus pies previniéndolos a entrar.

-Mis papas llegaron y descansaron, habían llegado el jueves y los lleve a conocer y tomarse fotos, ellos se fueron paseando y conociendo el lugar donde yo vivo.

Cuando llego, en mi buzón hay cartas, una en particular me llamo la atención, deje mi maletín y me quite el saco, la abrí con un cuchillo y me puse a leerla mientras me dejaba caer al sofá. Decía en sus remitentes la fecha del 25 de febrero 2015 y una nota al reverso "Espero me recuerdes, yo no te he olvidado. Sabes han pasado muchas cosas y todo aquello que vivimos no lo he olvidado". La intriga me detuvo a pensar unos instantes por qué no sé quién es el origen de esta peculiar carta.

Mi padre interrumpe en mi sala mientras se estira de haber descansado y dormido un largo rato, -y esa carta, te dejo perplejo, ¿ocurre algo?-. Jajá no, lo que sucede es que es de alguien que no creí volver a ver jamás en mi vida. ¿Y quién es? –Pregunto él- no lo sé, no tiene firma. -respondí yo- (reímos ambos, ante la situación, el sentado en un sofá largo y yo en uno chico ubicados frente a una biblioteca que cubría toda la pared).

Al día siguiente amanece lluvioso, y mi perro a mi lado haciéndome compañía. No sé porque pero es de mis temporadas favoritas, no me vuelvo loco, pero la forma en que cae la lluvia y riega todos los árboles y toda vegetación, llenando de vida, todos aquellos que no han bebido una gota.

La mayor parte de mi tiempo me la paso solo, -ladra Holmes captando lo que dije-si tú también, -le respondí- no tuve muchas parejas, amigas no salía mucho mi única compañía era mi mejor amigo que siempre me esperaba al llegar con fervor alegría, y de vez en cuando la sacaba al parque, que estaba a unas calles de mi casa, con árboles, gente y más perros con cuales jugar todo el día el hecho de romper esa rutina, pero en mi casa tenia algunos de los vinos más exóticos. Me puse mi sombrero de ala corta color café con cinta negra que me regalo mi mamá en una navidad joven. Ella conocía mis gustos. Al salir de mi casa nos fuimos directo al parque.

Miradas en SilencioWhere stories live. Discover now