-Aceptación-

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Natalia narra. –El mejor hombre y más dulce, -agitaba las sabanas mientras las mordía- es el todo sin tener nada, y mi complemento –pensaba en voz alta remolineándose en toda la cama y en pijama. Un pants color rosa con blanco y un listón en la cintura, y una blusa que hacia juego como negligé solo cubría su busto y su vientre abierto.

Buenos días mami, como amaneció la mejor mama del mundo. –alegre salto de la cama al ver a su madre.

Buen día papi quien te quiere. –sonreía al abrazarlo.

Hija, no tengo dinero. –respondió el padre cruzando a la cocina antes de salir.

Obvio no papi, -se muestra pensativa- díganme, que les pareció Milo. –preguntaba consternada con un brillo en sus ojos.

*Suena su celular*

Hola mi vida, buen día como amaneció mi princesa hermosa. Qué haces.

Nada mi amor hablaba con mis papás. –alegre ella contaba.

Creo que les caí mal. ¿No crees? –en absoluto. Respondió.

Bueno amor, deséame suerte entrare en oficina y te aviso cuando salga.

Suerte bebe. Cuídate mucho mi amor. –lanzaba besos al aire antes de colgar.

Hija, no podemos oponernos, ya eres mayor de edad y si los dos se quieren y respetan adelante, los apoyo, después de todo no juega tan mal al ajedrez.

Papi en serio, te quiero. Se le abalanzo a besos con esa respuesta.

Milo estaba preocupado, porque al parecer el sintió que ustedes no lo aceptaron. –repone ella alegre.

Quién eres. –pregunta Cristi limpiándose los ojos al despertar.

Es tu reflejo mini brujita. –responde haciéndole cosquillas y haciéndola reír.

Ya, ahora a ti. -saca sus pequeñas manitas y comienza hacer cosquillas a Natalia.

Hija, ven. - habla su padre con tono serio.

Pasa algo papa. -pregunto esperando no sea algo malo.

No es mala persona tu novio, se portó bien. Pero hablo David, él quería hablar contigo, le dije que no podía, insistió, que tuve que colgarle. -Expreso su padre en tono calmado.

Gracias papa. No le hagas caso. -confiaba la muchacha que no lo volviera a llamar.

En mi teléfono entra una llamada de su padre. –pensaba en que podría haber pasado- Contesto a su intento de coloquial comunicación, su familia le organizaba una cena, celebrarían el cumpleaños de Natalia, para el 26 de enero, y me pidieron apoyarlos, pero de preferencia que sea una llegada del tipo sorpresa. Entrare y me llevare a Natalia mientras ellos organizaban todo. A nuestra llegada todos a merced espantan a Natalia al mostrar los globos de fiesta y a sus amigos y familia reunidos. –Fue idea de tu novio- grita el padre a lo lejos. –Yo, qué- volteo a verme y salto ella. Espera. –Pensó- tu, no sabías cuando era mi cumpleaños. No, pero ya sé. Respondí interrumpiéndola y sirviéndole una bebida. Cristi a lo lejos corriendo, con más infantes alegres que al parecer la fiesta era para ellos. Y mis regalos. –pregunta la pequeña en vestido color marrón y colitas y tranzas en su cabello. Shh... Señalo a Cristi guarde silencio y venia en camino. –Bueno. Si, oye que sean dos ya sabes. –Corte la llamada-. Salgo a la calle y afuera me esperaba un repartidor... cuanto entre Cristi me recibe y le di un pequeño oso de peluche, y le conté una breve historia. –mira, este osito no tiene nombre, tú se lo pondrás y lo cuidaras muy bien porque él te cuidara a ti. Ahora iré con Natalia. –Cristi emocionada va con todo mundo a presumir su gran obsequio y sin permitir que nadie lo toque, pueden ensuciarlo.

Miradas en SilencioWhere stories live. Discover now