2:18 de la madrugada.
Katsuki se despertó agitado, había tenido un mal sueño. Hacía mucha calor y si quiera abrió los ojos. Él estaba abrazando a Izuku por la espalda, y tenían las piernas entrelazadas. Se levantó para poner el aire acondicionado, y como si Izuku hubiera sentido su ausencia, tocó el espacio vacío de la cama y se dió la vuelta. Katsuki lo miró, incrédulo. Cualquiera diría que acabaría en esa situación con él. Cuando se tumbó en la cama de nuevo, Izuku aún medio dormido se dió vuelta para volver a la misma posición de antes. Katsuki por una parte quería empujarlo o irse a dormir al salón, pero su mente dijo "Déjalo estar", nunca sabría cuando volverian a estar así de cómodos juntos. Lo volvió a abrazar, volvió a entrelazar sus piernas y se durmió.
Esa misma mañana, Izuku fue el primero en despertar. Sintió unos brazos rodeándolo y se sintió agradable, hasta que cayó en que los brazos eran de Katsuki. A él realmente no le importaba, pero Katsuki probablemente se enojaría, ¿Y si no le volvía a hablar? ¿Será mejor si se mueve?
Hizo andeman de levantarle en brazo despacio para zafarse de su agarre, cuando Katsuku inconscientemente lo atrajo más hacia él. Izuku estaba colorado por la vergüenza. Porque parecían una pareja, y él amaba a Katsuki, lo había dicho repetidamente. Pero no de esa manera, no de forma romántica.- K-kacchan.. — intentó llamarlo, sin respuesta.
-¿De..ku? — dijo abriendo finalmente los ojos de par en par. — ¿Qué... ¡QUE TE DIJE DE TOCARME!? — dijo apartándose de él como si quemara.
- Tú eras el que me estaba abrazando...
- ¡DE NINGUNA MANERA, LARGO DE MI CUARTO!
Izuku cogió su teléfono y se marchó. Rato más tarde, mientras desayunaba le llegó un mensaje.
//////////
???
Buenos días Izuku, ¿cuando
podrás reunirte conmigo?Yo.
Buenos dias, disculpe,
con quién hablo????
Oh cierto, soy la Dra. Sakane Yuriko, tu
mamá me dió tu contacto.???
¿tienes tiempo para una llamada?Yo.
Si, está bien.En la llamada acordamos de vernos la semana siguiente, y justo antes de colgar, Katsuki apareció. Cuando terminó de hablar con la Dra. Yuriko, sintió la mirada penetrante de Katsuki.
- Buenos días kacchan.
- hmh — dijo abriendo el frigorífico para sacar un bote de leche. — ¿Con quién hablabas?
- ¿Ah? — no se esperaba la pregunta.
- Escuché sobre medicación.
- Con mi psicóloga.
- Oh. ¿Vas al psicólogo?
- Sí. Ahm después de lo que sufrí en secundaria a mi mamá le hizo bien que tuviera con quién hablar.
- ¿Fue... fue por lo que te dije? — dijo mirándolo. Estaba analizando cada una de sus expresiones.
- Me dijiste muchas cosas.
- Lo de la azotea. Sabes que no lo dije en serio.
- Sí lo dijiste en serio. Pero ahora no quiero hablar de eso.
- Yo sí. Estos días me han hecho pensar, en todo lo que te dije y lo que te hice. Lo más jodido de todo es que no me guardas rencor, ni un poco y no sé porqué eso me molesta. Porque deberías de odiarme ¿sabes? Últimamente no hago más que torturarme porque por más que te intento alejar sigues volviendo a mí como cuando éramos unos mocosos. Siempre me veías como alguien que necesitara tu ayuda y por eso te aparté. Y- y realmente no tengo idea de cómo sentirme o qué se supone que debo hacer con esto. — dijo señalándose a si mismo y a deku.
- Kacchan. Yo, no te guardo rencor, porque no me sale. Simplemente no es algo que me carcoma por dentro. Muchas de las cosas que me dijiste me siguen doliendo. Sí. Pero son cosas del pasado. De todas formas, yo siempre te quise kacchan, y lo sigo haciendo. Para mí no eres nada menos que la viva imagen de la victoria. Y eso es lo que significas para mí. Yo sé que esto es confuso. Para mí también lo es. Pero esto no significa que te haya perdonado. Realmente no puedes esperar que sea así de fácil. Me dijiste que me suicidara. Y por mucho tiempo que pase de aquello no revertirá el daño.
Katsuki se quedó en silencio. Caminó hasta Deku y se paró justo en frente.
- Lo siento.
...
- Siento lo que hice.
- Está bien.
- Y siento lo que dije.
- Lo sé.
- No, no lo sabes.
Estaban tan cerca que sentían la respiración el uno del otro. Katsuki estaba calmado, pero Izuku respiraba a bocanadas. Todo estaba bien, hasta que dejó de estarlo. Izuku comenzó a respirar más fuerte, y a temblar ligeramente.
- Nerd. ¿Qué te pasa?
- Y-yo necesito mi medicación.
- Dónde está, iré por ella.
- N-no ir-
- Nerd, si te mueves te desmayarás.
- Encima de mi mesa de noche, el bote azul que dice Floradix.
- ¿Cuál es la contraseña de tu cuarto?
- ahm, A-all might plus ultra 222 — dijo avergonzado.
- Eres un friki — dijo entrecerrando los ojos.
En lo que Katsuki iba por sus pastillas, Izuku se sentó en el sofá para intentar bajar el mareo. Cuando llegó, le trajo después un vaso de agua para pasar la pastilla y se sentó junto a él.
- ¿Qué te acaba de ocurrir nerd?
- Nada.
- No me jodas Deku. No sé cómo esperas que te ayude si no me cuentas lo que pasa.
- Prométeme que no me juzgarás ni comentarás esto.
- Lo prometo.
- ¿Pinky promise?
- Si nerd, te lo prometo por mi meñique.
- Cuando, el bullying en secundaria, yo eh dejé de comer y ahm me dió anemia. Por eso el mareo, y la conversación de medicación con mi psicóloga esta mañana.
- Mierda Deku. Eso es jodidamente deprimente. Lo siento.
- Gracias.
- ¿Por? Literalmente te arruiné la vida.
- No sabes lo mucho que significa para mí que te hayas disculpado y que me estés cuidando ahora.
- tsk, no te pongas cariñoso. Iré a preparar el almuerzo.
- ¡Sin pimienta!
- Maldito bastardo.

ESTÁS LEYENDO
él es mi... ¿mi qué? [bkdk]
Фанфик1A estaba jugando verdad o reto, cuando a nuestros protagonistas Katsuki e Izuku los retaron a pasar un fin de semana de navidades en Heights Alliance. Y supongo que lo que pase allí, allí se queda. ¿no? Los personajes pertenecen a Kōhei Horikoshi.