౨ৎ XXVI

1.4K 176 56
                                    

Felix salió corriendo del departamento de su jefe nada más despertarse a primera hora de la mañana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Felix salió corriendo del departamento de su jefe nada más despertarse a primera hora de la mañana. Se quitó con sumo cuidado el brazo fuerte y desnudo de Hyunjin que le rodeaba la cintura, recogió su ropa y con cierto dolor en su trasero, salió de ahí lo más discretamente que pudo.

No sabía como iba a ir a trabajar, no sabia si volver allí, no quería pensar en nada, no quería recordar esa noche. Pero... lo hacia.

Recordaba el cuerpo de Hyunjin sudoroso sobre el suyo, su expresión tierna, casi infantil, cuando le pidió que continuara. Sus labios carnosos y suaves, su lengua, su fuerte espalda....

NO, se dijo Felix a sí mismo.

Ese mismo día tuvo que verlo en la oficina, no le quedaba más remedio.

Llegó temprano, muy temprano, no fue capaz de volver a dormir, se preparó en un tiempo récord porque no podía dejar de pensar en lo que había hecho. Había sido demasiado intenso, un error.

El ascensor sonó y Hyunjin apareció igual que siempre. Con su traje caro perfectamente planchado y las manos en los bolsillos. Felix agachó la mirada, no podía mirarlo.

Se saludaron como siempre y Hyunjin entró en su despacho.

Como sospechaba, eso para él no había sido nada. Sabía que Hyunjin solía hacer ese tipo de cosas.

Sonó el teléfono.

─ Despacho del director general Hwang Hyunjin.

─ Ven a mi despacho, ahora.

Entró al despacho y nada más hacerlo. Hyunjin cerró la puerta de golpe y lo acorraló contra ella. Le tiró de la corbata y hundió la nariz en su cuello.

─ Esta mañana me has dejado solo. Me puse muy triste al despertarme y no verte allí conmigo. Quería que desayunemos juntos.

Felix lo empujó para apartarlo.

─ ¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué me has llamado? ¿Eres consciente de que estamos en el trabajo?

─ Solo quería besarte, anoche me quedé con ganas de más

Hyunjin se volvió a acercar y aproximó mucho la boca a la suya, pero Felix se giró.

─ Deja de decir tonterías, tu me hiciste algo anoche, me echaste algo en la bebida.

─ ¿Crees que te drogué? No digas estúpideces, no estoy tan loco. Lo que hicimos fue porque tú lo quisiste.

─ ¡No! me obligaste, me chantajeaste.

─ Al principio sí, pero te dije que podías irte en cuanto quisieras, no te obligué a nada.

─  ¡Si, me obligaste!

Hyunjin se apartó y quedó plantado frente a él. Felix temblaba, aún le tenía algo de miedo y no sabia como iba a reaccionar.

─  Así que eso es lo que piensas.

𝒯𝗋𝖺𝖻𝖺𝗃𝗈 𝗂𝗆𝗉𝗈𝗌𝗂𝖻𝗅𝖾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora