𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚊𝚖𝚒𝚐𝚘𝚜 • 6ta RD Harry Potter

8. quidditch

Advertencia: Contenido Explícito

Mala idea - Bruses

Fred no me buscó más después de esa discusión, nos veíamos en los pasillos pero solo nos saludabamos de lejos y nos dábamos una sonrisa. Algunas veces lo encontraba mirándome, pero trataba de ignorar la situación, no quería ilusionarme sola y mucho menos comenzando a sentir algo por Theodore.

Y hablando de Theodore, habíamos estado matando las ganas el último mes, no hablabamos más que lo mismo de antes de todo, pero al final del polvo nos quedábamos acurrucados en la cama o abrazando al otro en donde quiera que estabamos haciéndolo, que normalmente era su dormitorio o el mío.

Matteo nos dejaba solos más tiempo, pero igual atendía a las tutorías, McGonagall me felicitó porque había visto un cambio notable en sus tareas y actividades en clase, lo que aumentaba sus calificaciones, yo estaba muy feliz por eso. Cuando el primer partido de quidditch llegó yo estaba terminando de leer un libro que me había interesado sobre pociones en el gran comedor esperando para animar a los Slytherin sólo porqué mis amigos son de esa casa, aunque debajo del suéter de Theodore llevaba puesta una blusa roja por si Gryffindor ganaba. En fin, estaba esperando y estaba terminando de leer el capítulo sobre la amortentia cuando un walkman nuevo, unos cuantos discos y unos audífonos se presentan sobre las páginas junto a una mano pálida con pecas. Conocía bien esas manos que estuvieron sobre mi antes.

—¿Qué es esto?

—No quiero tener deudas y se que te debo un Walkman, mis informantes me dijeron que te gustan esas bandas así que pensé en compensar el que arruine con uno nuevo... me costó conseguirlo estando aquí, pero...

—Gracias —le sonreí con amabilidad dejando un mechón detrás de mi oreja para verlo bien— es muy dulce de tu parte

—Es lo menos que puedo hacer —se encogió de hombros colocando sus manos en sus bolsillos delanteros. Ahí noté que no traía su uniforme.

—¿No se supone que tienes un partido en una hora?

Rió.—Quería venir a dejarte eso primero

—Oh... gracias, que lindo

—Espero que de verdad te gusten esas bandas porque si no me voy a morir de vergüenza

Solte una risa y sentí mis mejillas un poco rojas así que comencé a tomar los discos para ver de quienes se trataban, efectivamente todos artistas que me gustaban, cuando llegué al último disco lo miré sorprendida y con una pregunta en la mirada ¿Dónde conseguiste un disco de Hadestown en puto reino unido?  Y cómo si entendiera la pregunta sonrió y contestó encogiéndose de hombros:

—Tengo mis métodos. Espero lo disfrutes

Y sin más me dejó ahí boquiabierta mirándolo salir del comedor y ver a mis amigos entrar con sus respectivos suéteres de Slytherin, aunque Theodore solo llevaba una hoddie verde. Eso también había cambiado un poco, ya pasábamos las comidas los tres juntos, o en su mesa o en la mía, dependía quién llegaba primero.

—¿Tu madre ya consiguió un nuevo Walkman y discos nuevos? —preguntó Matteo con curiosidad

—Fred me lo dió —dije sosteniendo las cosas en mis manos—, y me dió un maldito disco de Hadestown ¿Sabes lo difícil que es conseguir un disco de Hadestown en Reino Unido siendo un músical Americano?

—Así que... ¿te dió ese disco así de la nada? —preguntó Theodore sentándose a mi lado y tomándome por la cintura

—Bueno, no tan así de la nada —dije volteando a verlo mientras Matteo se sentaba a mi otro costado—. Dijo que era en compensación por el que arruinó con la broma del lago. Un maldito disco de Hadestown, Theodore.