𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚊𝚖𝚒𝚐𝚘𝚜 • 6ta RD Harry Potter

1. sexta

Old Me - 5sos

Desperté en un compartimento vacío, lo que me hizo sonreír. En está ocasión quise probar un despertar diferente, tal vez hacerlo en medio del viaje de ida a Hogwarts cómo muchas otras personas estipulan en su guión; y así lo hice. Así que me desperté con cuidado tomándome mi tiempo mientras me estiraba y veía en un lindo espejo de mano que tenía por ahí, había unos cuantos baúles extra y como buena Ravenclaw supuse que eran de mis nuevos amigos en está RD o de personas que solo necesitaban espacio para sus baúles, así que le resté importancia. Miré por la ventana del pasillo encontrándome con los pasillos llenos de chicos yendo de aquí para allá con dulces o regresando con dulces, un viaje normal.

Cuando la mujer del carrito se detuvo en mi compartimento le sonreí, busqué mi mochila y saque un pequeño saco con galeones, compré unos cuantos dulces, agradecí y siguió su camino, nada fuera de lo normal, seguí mirando la ventana al exterior viendo los lindos paisajes sonriendo de vez en cuando al ver algo curioso cómo algún animal fantástico o un pequeño pueblo lejano que parecían hormigas. Casi al atardecer la puerta del compartimento se abrió de par en par asustandome.

Un chico atractivo, parecido al Theodore Nott que conocí en otras RDs estaba parado frente a mi con una cara de póker inmutable y un lindo traje negro. Se veía muy guapo he de decir, rodó los ojos y me miró irritado cuando solo me quedé mirándolo con el ceño fruncido por la curiosidad y la muy horrible intrusión a mi paz.

—Me estás mirando, Black

—Pues tu entraste de la nada y me asustaste

—Nadie te dice que te quedes dormida nada más subir al tren

—¿Qué quieres, Theo? —bufé

—¿Tienes más cigarrillos? Matteo se acabo mi cajetilla

—Yo no fumo —hice una mueca de disgusto

—La cajetilla que te dí a cuidar cuando subimos —rodó los ojos

—Un por favor no estaría de más —gruñí buscando en mi mochila

—¿Tienes mi cajetilla o volviste a venderlos?

—No los vendí —me quejé sacando dicha cajetilla—. Un día te van a matar estás cosas y yo no voy a ir a tu funeral por cáncer de pulmón

—Ni quién te quiera en mi funeral —gruñó tomando la caja delicadamente

—Dile a Matteo que es lo mismo para él

—¿Para mí qué? —dijo el susodicho apoyándose en el marco de la puerta

—Que no iré a su funeral por cáncer de pulmón. Un día se van a matar con estás cosas.

—Tendrás que ir obligada entonces. Recuerda que serás la viuda —me guiñó y yo rodé los ojos—. Cuánta emoción

—Ya te lo dije, no seré tu esposa

Se encogió de hombros restándole importancia.

—Valía la pena intentar una vez más

—Bien, váyanse, no quiero el olor a cigarro en mi compartimento

—¿Te recuerdo quién encontro esté compartimento, querida?

Rode los ojos, me puse de pie, lo empujé fuera y les cerré la puerta en la cara recibiendo una mueca indignada de Matteo y una sonrisa ligera de Theodore a través del cristal, los saludé moviendo mis dedos y cerré las cortinas. Lindos amigos. Llegaron unos minutos después de un par de cigarros y comenzamos a jugar snap explosivo, aparentemente eran mis únicos amigos, salí para cambiarme en el baño y por accidente choqué con alguien saliendo del compartimento.