𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚊𝚖𝚒𝚐𝚘𝚜 • 6ta RD Harry Potter

12. segunda cita

I Think He Knows - Taylor Swift

Volver a la escuela fue lo mismo que la ida a casa, me senté con mis amigos con tranquilidad viendo cómo Theodore llevaba puesta la pulsera de plata que le regalé y Matteo tenía los lentes negros sobre la cabeza. Fue divertido porque Matteo uso esos mismos lentes para quedarse dormido sin que 'nadie se diera cuenta' aúnque su boca abierta y los ronquidos que daba su garganta cada cierto tiempo no lo cubrían lo suficiente, con Theodore nos quedamos en silencio, el sumergido en un libro y yo en mi música mirando el paisaje era traquilizador no sentir la incomodidad en el aire al menos en esos momentos.

Al llegar a la estación bajamos, cómo siempre tomando una carroza de las penúltimas hasta llegar al castillo, fue igual de aburrido el camino mientras yo sólo tarareaba, movía los labios o la cabeza con la música sonando en mis oídos. Me encontré a los Weasley en el camino al comedor recibiendo una sonrisa y un guiñó coqueto de Fred haciéndome rodar los ojos, pero por dentro estaba derritiendome en el piso en ese momento. Llegué a mi sala común después de la cena para encontrar una nota en mi cama, lo cuál me parecía extraño porque se suponía que nadie subió a los dormitorios cuando todos estábamos en el comedor.

'aula de encantamientos abandonada en el cuarto piso. 23:30. F.W.'

Sonreí rodando los ojos, muy seguramente la segunda cita que quería. Me cambié rápidamente por un lindo vestido rojo, unas medias calentitas junto a un cardigan rojo y unas botas negras, una coleta alta, perfume y poco maquillaje. Salí a escondidas a la hora acordada y corrí lo más que pude entre pasadizos para evitar encontrarme a Filch y Norris, aúnque cuando llegué al sexto piso me encontré con ellos al otro lado del pasillo y tuve que desviarme un poco.

Cuando llegué a la puerta me detuve unos segundos para arreglar mi cabello, mi vestido y tranquilizar mi respiración. Suspiré y entre al lugar; Fred sentado cabizbajo con un lindo ramo de girasoles y nubes en sus manos jugando con la tela de una manta, una canasta a su lado, rodeado de velas encendidas con poco tiempo de derretirse y un lindo techo hechizado para reflejar una luna llena que no había fuera. Sonreí ampliamente, se veía muy bonito todo el lugar.

—Esto es impresionante —dije cerrando la puerta detrás de mí

Fred levantó el rostro, de inmediato poniéndose de pie, sacudiéndose la ropa y acercándose extendiendo el ramo que parecía temblar en sus manos. Una sonrisa iluminando sus labios.

—Pensé que no vendrías

—Lo siento por eso —dije rascándome la nuca—, traté de llegar a tiempo, pero es difícil subir el cierre del vestido sola y tuve que correr de Filch y Norris hasta perderlos dando muchas vueltas

—Esta bien —restó importancia— ¿Podrías tomar las flores?

—Oh, sí, lo lamento

—Te ves preciosa... como siempre... o sea no que siempre te veas así de hermosa sino que con lo que te pongas te ves preciosa, no que con esto te veas mal, si no...

Reí.—Entiendo, gracias

—¿Te gusta? Es para ti —apuntó el lugar

—Es maravilloso, ¿Cómo hiciste el encantamiento del techo?

—Un Weasley no revela sus secretos —me guiñó haciéndome reír—. Ahora acompañeme, bella dama —extendió la mano y la tomé con cuidado

Nos sentamos en la manta, de la canasta sacó un par de platos con pasta y una botella de whisky de fuego.

—¿Tu idea es embriagarme? —bromee mientras servía dos vasos

—Rayos, ya descubriste mi plan —fingió decepción haciéndome reír