Hacía frío.
Esta noche no importaba lo que Minghao sintiera o pensara, él solo tenía que hacer lo que debía, sin mirar bien o mal, sin sentir culpa o rechazo, asi que solo esperó hasta que el frio comenzó a helar su cuerpo, y cuando por fin sintió el tacto sobre sus brazos desde su espalda se giró extendiendo los brazos para atraparlo. No pensó, no se culpó, no deseó.
Hombre o mujer eso no importaba.
Correspondió el beso helado de Jun y se aferró a él deshaciéndose de su mente. Jun lo abrazó, su cuerpo comenzando a arder en las partes donde él no estaba tocando, y siendo congelado en las partes que él si tocaba. Minghao podría estarse prendiendo en llamas y aun así no soltaría a Jun, porque él era la única manera de escapar del calor.
¿era así como ellas se sentían con él? Como si necesitaran de Jun para deshacerse del insoportable calor, atrayendolo hacia ellas porque ahora dependian de él. Era cruel. Porque Jun solo las usaba para dejarlas morir al amanecer.
No te engañes pensando que eres la excepción.
La voz de Jun se encajó en su cabeza.
Tu y yo...Al igual que los demás...
Abrió los ojos y se encontró con el brillo azul en los de Jun. Él era hermoso. Intentó besarlo de nuevo pero Jun se apartó, lo soltó alejándose, dejando que el calor quemara en su piel. Minghao extendió una mano intentando sostenerlo, pero fue en vano, Jun estaba lejos de él, mirándolo rogar por su tacto de rodillas, sudando y desesperado por él.
Minghao se avergonzó de si mismo en ese momento.
Atrapado en la luz de la luna florecido en medio de la oscuridad oculto de los ajenos. Una flor que nadie espera, que nadie ve y nadie siente. sumergiéndose en la luz blanca repleta de los deseos felices. Floreciendo a profundidad. Cambia la luz blanca a púrpura.
Pudo escuchar a Jeonghan, y por un momento pudo verlo girar en medio de las velas, todas apagándose a la vez mientras que el sacerdote se movía con suavidad. Su cabello amarillo brilló como el sol, hilos dorados consumiendo la luz de las velas.
Consiguió tomar la mano de Jun en ese momento, y aunque Jun miraba a otro lado cuando sintió a Minghao regresó sus ojos a él.
No podía dejarlo...
Jun se acercó tan rapido que no pudo gritar, las manos gentiles de antes tomándolo con fuerza del rostro, encajando sus dedos en su piel como si quisiera quebrar su craneo. Dolía, más allá del calor o el frio dolía como un tacto brusco y descuidado. Minghao jadeó sosteniendo sus brazos y sosteniendole la mirada.
Jun sabía lo que estaba haciendo. Aun así...
Minghao lo sostuvo negándose a apartarse, aun si dolía no iba a soltarlo. Empujó a Jun y se trepó sobre él, apenas tenía fuerza para moverse, pero ese momento de lucidez fue suficiente para tomar un poco de su perdido control. Minghao no se detuvo a pensar si podía o no retener a Jun, él solo lo hizo, montándose en él a pesar del dolor, inclinándose más cerca hasta que se sintió mareado por las sensaciones.
Esta vez Jun estaría atrapado con él.
Atrapado en la luz de la luna florecido en medio de la oscuridad oculto de los ajenos. Una flor que nadie espera, que nadie ve y nadie siente. sumergiéndose en la luz blanca repleta de los deseos felices. Floreciendo a profundidad. Cambia la luz blanca a púrpura.
Jun ni siquiera intentó apartarse, como si el dolor fuera a apartar a Minghao en algún momento, pero no lo haría, en cambio se acercó a él y lo besó.

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PSYCHO [JunHao]
FanfictionUna maldición cayó en un pueblo, asi que se entregó un alma en sacrificio. El alma quiso vengarse. *JunHao *Advertencias dentro de la historia.