CONFLICTO

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CRYSTAL

La noche fue pasando sin ningún percance, recibí una llamada de Pascual diciendo que Pantera había cumplido y mañana le pediría a Mario que la viniese a ver al Paradise, ella enganchaba mucho, tenía un toque de sensualidad exquisito y embriagador. Caminé por la estancia algo incómoda y no sabía el motivo de dicha acción, Kahi se había ido con Princesa quien lo arrastró prácticamente a su cabaña y yo lo autoricé, al menos que se divirtiese, lo que por su cara decía lo contrario. La Llorona recogía algunos vasos y cosas del suelo, estábamos por cerrar y debía quedar todo organizado, algunas otras chicas salían con los clientes y despedían a otros. No me gustaba que se pasaran la noche con los hombres, a menos que pagasen mucho por ellas y de esos existían muy pocos.

Mando a cerrar las puertas cuando veo a todos los clientes salir, había una entrada y dos salidas, por lo que una era la misma de apertura y la otra era la que guiaba a todas las cabañitas. Me fijé que todo estaba vacío, pero no vi marcharse a una persona en específico. Cuando ellas no están atendiendo clientes tienen obligatoriamente que dejar encendida la luz de la calle y de lo contrario, apagada.

Kahi salía arreglándose la ropa y cuando me vio se detuvo en seco, ni siquiera sabía que estaba ahí, mejor dicho, no me acordaba. Vi todas las demás luces encendidas, excepto la de Burbuja. Inmediatamente fui hasta allí y toqué la puerta dos veces. Dentro escuchaba unas voces y unas risas y la chica abre la puerta sonriendo y algo despeinada.

-Hora de acabar -digo y doy media vuelta.

-Quiero quedarme toda la noche con ella -algunas chicas que regresaban a sus casas y otras que se asomaron estaban atentas a la conversación. Marcos salió con el tórax al descubierto, dejando ver sus músculos marcados y definidos, derramando sobre mí un calor incómodo. Burbuja lo miró sorprendida y después a mí.

-Déjeme decirle, caballero -me acerqué un poco a ellos -que mis chicas no tienen permitido quedarse toda la noche con los clientes al no ser...

-!Pago el triple! -dijo de pronto, mientras las chicas exclamaban y Burbuja no se lo creía, ya que nadie pagaba tanto por una prostituta -Si de dinero se trata, pagaré el triple así que si no le importa... -dijo y tomó a la chica de la mano cerrando la puerta en mi cara.

¿Qué se ha creído ese imbécil? Kahi se acerca a mí mientras tengo ganas de sacar el arma y volarle los sesos a balazos.

-¿Quiere que lo saque, Doña Catrina?

-No, déjalo, no quiero escándalos hoy -di media vuelta mientras me detenía en el medio del camino -¿Y ustedes qué miran? -les dije a las que permanecían fuera aún -!A dormir todas, partida de chismosas! -sin una palabra corrieron a sus casas y yo me alejé de allí tan furiosa que tenía ganas de matar a alguien.

Kahi me acompañó a la mansión, Phil había llegado porque vi su auto fuera, escabullida entré para no ser vista cuando un carraspeo me hizo girar.

-Necesitamos hablar Crystal -Phil estaba sentado en la sala esperándome.

-Kahi, ve a dormir, mañana temprano te quiero de pie para ir al bar -le ordeno al chico mientras asiente.

-Buenas noches señora y señor -hace una reverencia y se marcha.

Tomo asiento frente a Phil mientras cuzo las piernas.

-Román me llamó estando en el bar -era el contacto que tenía mi tutor en la policía -Me dijo que una cámara de seguridad captó la mitad de la matrícula de la camioneta -yo ni me inmuté con lo que decía -Mandé a desaparecerla para que no hayan cabos sueltos, pero necesito saber, ¿Qué piensas hacer con Mario? -lo miraba, llevaba preparando esto hacía mucho tiempo, una manera lenta y dolorosa de acabar con su miserable vida.

PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora