Perdida

CONFESIONES

CRYSTAL

En lo que transcurría el camino de vuelta a casa no dejé de pensar en la reacción de Marcos mientras satisfecho se marchaba en su coche, después de haber obtenido placer de Pantera...ella...me dolió más su manera de comportarse ya que era la única persona capaz de descubrir lo que pasaba por mi cabeza y aún así se fue con él. Pero a partir de ahora mantendría esa corteza dura que siempre ha caracterizado este cuerpo del cual me apropié sin permiso. Al fin llegamos a casa, donde una cama cálida y cómoda me esperaba para hacerme recuperar las fuerzas que mi cuerpo necesitaba. Estaba maquinando mi próximo objetivo principal el cual se basaba en acercarme a Simón, quien a diferencia de los demás estaba bajo la sombra del maldito de Santiago Valverde, era algo complicado pero lo lograría, como he hecho hasta ahora.

El coche se detiene, bajan los hombres y Pascual me abre la puerta ayudándome a descender, lanzo una mirada a Kahi y no me sostenía la vista, nuestra conversación corta fue interrumpida por la llegada de Marcos, sabía que no se caían bien pero aún mi curiosidad sobre lo que pudiese incomodar al chico me tenía intrigada. El móvil de alguien suena y observo que Pascual conversa por él, decido mientras entrar a casa cuando su voz alta me hace detener.

  -¿Cómo? -sentí que gritó y me acerqué a él -!No...! !Voy para allá! -me quedé viendo su rostro desencajado, pocas veces se podía contemplar de esa forma por lo que me preocupé de más.

  -¿Qué sucedió Pascual?

  -Incendiaron...La Comuna...señora -así como sus palabras  ahogadas, me quedé yo.

La Comuna fue el nombre que Phillip usó para nombrar un pequeño barrio que construyó donde existían muchos de nuestros hombres y personas que no tenían hogar, a pesar de ser narcotraficante, Phil era un hombre muy generoso, una vez le comenté de fundar una ONG ya que la vocación para ello se resaltaba en su personalidad. En esa comuna vivía la madre de Pascual, le regalé la casa más cómoda y lujosa, era pequeña pero con las condiciones necesarias para llevar una vida normal. La preocupación del hombre era evidente, su madre podía estar en peligro y sabía de que manos, venía ese atentado, por lo que me preocupé y enfurecí a la vez. Pascual es un hombre sorprendentemente fiel en el sentido explícito de la palabra, cuando se trata de mí se vuelve un animal salvaje que arrasa con todo a su paso y es que le debo mucho... 

      ...Desde que Phil me acogió en la mansión, el mencionado trabajaba para él, mi tutor le encomendó la misión de velar por mí y protegerme en todo momento, algo que realizó a la perfección hasta que esos malditos del cartel de Valverde me secuestraron. Pascual junto a Phil movieron cielo y tierra para rescatarme, recuerdo y recordaré ese día como hoy, cuando a punto de darme el tiro de gracia el primero irrumpió y a punta de balas me sacó de aquel infierno. Gracias a él y su tenacidad logré sobrevivir no separándose jamás de mi lado y convirtiéndose por ende en uno de mis mejores amigos y escoltas...

Mientras esos pensamientos se agolpaban en mi cerebro, el corazón se me encogió cuando lo vi de esa manera. Se subió al coche mientras lo arrancaba con violencia queriendo descargar su ira con el vehículo. Hice ademán de subir pero me lo impidió.

  -Será mejor que se quede señora, puede ser peligroso.

  -Iré contigo -dice Kahi pasando por mi lado y subiendo en el asiento del copiloto.

  -Se cuidan por favor y Pascual...mantenme informada -asiente con la cabeza mientras parten hacia La Comuna.

Me quedé quieta unos minutos bajo la luz de la luna, pensando en cuándo se acabaría esta guerra innecesaria que ha destruido a tantas personas. Unas luces me encandilan el rostro, era el coche de Phil, de seguro ya sabía lo que había ocurrido y vino de inmediato. Esperé que bajara y se acercó a mí a paso rápido.