° Overpopulation °

Cap 16 ¿Hice algo mal?

Dedicado a los "dolidos" de el corazón como yo.

Jade

Te amo tanto...

A ti y a esos ojos azules que me llenaban de  innumerables sentimientos con solo mirarlos.

Tan mágicos.

Tan pequeños.

Tan frágiles. 

Siempre has sido frágil.

Tan frágil que me da miedo romperte.

Romperte y lastimarte.

Lastimarte tanto hasta hacer que esos hermosos ojos azules que tanto amo, estallen y caigan en un manto de lagrimas. 

Jure por mi alma que te cuidaría.

Nunca creí, que mi mayor miedo se haría realidad... Y el que te hiriera principalmente sería yo.

Me duele saber que te lastime.

Arde el estar consiente de que lloraste por culpa mía.

No sabes cuanto me detesto en estos momentos.

Desearía poder remediar mi error.

Desearía tenerte en mis brazos en estos momentos.

Desearía pedirte disculpas, pero lo más probable es que no tenga remedió.

...

Aún me sigo preguntando... ¿Sentirás aunque sea una pizca de resentimiento?, nunca has sido un ser vengativo, es una de las tantas cosas que amo de ti, pero si tuvieras la oportunidad de odiarme, y vengarte de mi tan miserable ser. ¿Lo harías?.

.....

Te amo, Alexis.

No he parado de soñar con el, a donde sea que vaya aparece su rostro, ¿será que me falta descansar?.

No tengo tiempo para atormentar a mi cabeza con pensamientos repetitivos. Así que mejor me apresuro a levantarme y prepararme para ir a el hospital, el día de hoy cuidare a mi hermana, pues su estado de salud parece no mejorar mucho. Y su esposo no ha estado disponible estos días para hacerle guardia. 

Agarro una pequeña mochila en donde guardo dos libros que solíamos leer de pequeños, y algunos comestibles. Lo único que tengo en mente para ayudarla con mi compañía sería alegrarle el día con unos recuerdos.  

No tengo muchos recuerdos de mi infancia con ella, pues nos separaron cuando éramos jóvenes y apenas hace algunos años logramos re encontrarnos. Pero uno de los pocos recuerdos que logre rescatar es cuando Skye me sacaba a el parque para pasear un rato, a veces, cuando tenía dinero me compraba un helado, y cuando no me leía un libro. Me entretenía escuchando como mi hermana se confundía con las palabras y a veces hasta me las leía a el revés. Tremenda disléxica, ¿pero quien soy yo para juzgarla?, si en ese tiempo no sabía ni sostener un helado.