𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐎𝐒 [Roberto Cein X Tú]✓

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Llegué al restaurante y busqué con la mirada mi objetivo, cuando lo tuve claro simplemente me dirigí hasta él

Manu estaba totalmente concentrado en su celular así que cuando llegué le tiré el vaso de agua que había sobre la mesa, él de inmediato levantó la mirada, se veía molesto, pero cuando me vio solo suspiró

—Me lo merecía.— exclamó mientras intentaba limpiar la parte de su pantalón donde cayó el agua —Siéntate, ya te pedí algo para que comas.—

—No vine a socializar.— aclaré mientras me sentaba frente a él —Solo vengo por una explicación.—

—Te dejé un libro con algo marcado.— dijo y lo miré mal —Osea, creí que sería obvio.—

—¿Crees que estamos jugando?.— pregunté molesta —Me arruinaste la vida de un momento a otro, me dejaste sola y sin la posibilidad de trabajar.—

—No te dejé sola.— murmuró y lo miré sin entender —Sabes más que nadie que este medio es asqueroso, yo solo quería cuidarte.—

—Pues tienes una manera muy extraña de cuidarme.— me crucé de brazos

Soltó un suspiro y mantuvo su mirada fija sobre mí durante algunos segundos, yo decidí mantenerme firme

—Hace más de dos meses me amenazaron por algunas apuestas que hice.— confesó por fin

Manu tenía un grave problema de ludopatía, solía ir a varios casinos para apostar todo lo que podía, me había prometido que ya lo había dejado, pero al parecer me lo había ocultado

—Debía casi un millón de pesos y mandaron a gente para atormentarme, se enteraron que era tu manager y me amenazaron con hacerte daño.— siguió contando y pude notar que su voz empezó a temblar un poco —Tenía que asegurarme de mantenerte a salvo así que tenía que cortar lazos contigo mientras solucionaba todo.—

Odiaba sentir tanto cariño por él, eso había sido suficiente para ablandarme. Sabía que Manu no era malo, pero aún me sentía decepcionada

—Pudiste explicármelo, yo te hubiera dado el dinero que necesitabas.— me quejé —Tú eras todo para mí.—

—Yo ya no era "todo para ti".— dijo —Además no quería que tú me dieras el dinero, toda tu vida has trabajado para ganar todo de manera limpia, si me prestabas dinero sería como si lo invirtieras en algo malo.—

—Aun así nada justificó la manera en que me dejaste.— solté —Si no fuera por Beto me hubiera deprimido, él me salvó del horrible hoyo donde me dejaste.—

—Necesitaba que me despidieras.— discutió —Tú me quieres tanto que si hubiera renunciado te hubieras aferrado a que siguiera contigo.—

Sabía que tenía razón en eso, él era consiente de que lo quería muchísimo, pero yo ahora tenía dudas de si él me quería al menos un poco

—No era tan dependiente.— murmuré —Te quería y lo único bueno de esta situación es que pude eliminar todo el cariño que sentía por ti.—

—Aún me quieres al menos un poco, por eso viniste.— exclamó y lo miré mal —Me equivoqué, pero ya solucioné todo, incluso estoy intentando quitarte de la lista negra de la televisora.—

—Me sacaron de la novela que estaba grabando y me cerraron las puertas de muchos proyectos gracias a que fuiste un chismoso.— murmuré

—Amenazaron mi vida y después tu vida, apostaría cualquier recurso a mi disposición para sacarte del problema en que estabas por mi culpa.— dijo —Llevaba meses amenazado, pero aun así te sacaba de todos los problemas en los que te metías, cuando vi que Roberto te acompañaría mejor de lo que yo te acompañaría decidí empezar con mi plan de alejarme de ti.—

Ahora entendí por qué había dicho que no me había dejado sola, al menos tuvo la decencia de asegurarse de que estaría bien acompañada

En ese momento nos trajeron la comida que él había pedido antes de que yo llegara, pude notar que para mí pidió mi platillo favorito y estaba tentada a quedarme, pero sabía que estaría mal

—No esperes que después de tu explicación todo sea como antes.— dije —Ya tengo un nuevo manager y un nuevo asistente.—

—Ocupaste dos personas para reemplazarme.— se burló un poco —Sabes que yo tengo más contactos y que te conozco mejor que cualquiera, sería el mejor manager y asistente.—

—Por ahora no necesito ni manager ni asistente, cuando necesite uno te aviso.— dije —Me gustaría quedarme a comer, pero tengo que volver con mi novio.—

Me levanté dispuesta a irme, pero tomó mi mano para impedírmelo

—Por alguna razón siento que no eres la misma chica que conocí, es extremista decirlo, pero tu noviecito te está cambiando mucho.— habló con una pequeña sonrisa —Extraño cuando éramos solo nosotros, pero estoy orgulloso de lo mucho que estás avanzando sin mí.—

Me soltó y simplemente lo miré durante algunos segundos. Quería decirle que también extrañaba cuando solo éramos los dos, pero eso sería retroceder

—Cuídate Manu y deja las apuestas.— pedí sonriéndole

—Te diría que te cuidaras, pero me aseguraré de cuidarte a la distancia.— bromeó aunque yo sabía que si estaría pendiente de mí —Si en algún momento te sientes abrumada puedes correr hasta donde esté, ahí te esperaré con un abrazo listo para ti.—

—Ya tengo a quien me dé abrazos, pero te agradezco el ofrecimiento.— reí un poco

Me despedí con un ligero movimiento de mano y salí de aquel restaurante, había cumplido mi objetivo de solo ir por respuestas y regresar. Rogaba para que mi novio siguiera lo suficientemente concentrado para no notar mi ausencia