𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐎𝐒 [Roberto Cein X Tú]✓

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El semáforo se puso en verde así que regresó su mirada al camino para seguir con nuestro viaje, aún no decía nada

—No hagas esto incómodo.— pedí un poco nerviosa —Te abrí mi corazón, si no me perdonas puedes simplemente decirlo.—

—Me agarraste en curva, fue un montón.— dijo por fin —Trix, siempre pensé que los sentimientos no se iban de la noche a la mañana y hasta el día de hoy lo sostengo, pero...—

Hizo una pausa bastante prolongada, yo solo lo miraba

—¿Pero qué?.— pregunté intentando descifrarlo

—Wey, desmeritar los sentimientos es una cosa muy asquerosa.— al parecer ya encontró las palabras —Tú me aguantaste varias cosas y estoy muy agradecido por lo bonito que siempre me trataste, pero después de tantas chingaderas que he vivido comprendí las cosas que debo y no debo permitir.—

Sabía que nuevamente estaba dándome una lección, yo simplemente negué, creía que esto tenía solución, solo había tenido un error y ahora solo quería convertirme en la persona más rogona del mundo, quizás me había vuelto muy dependiente

—Puedo cambiar y hacer lo que tú quieras para que me perdones.— dije rápidamente —Si el problema fue que me olvidé de prepararte algo por nuestro "cumple mes" puedo planear algo grande ahora y...—

—Ese no es el problema, ya te dije que fue lo que me hizo decepcionarme de nuestra relación.— habló mientras daba vuelta en la última calle antes de llegar a mi casa —Te amo, pero creo que ambos tenemos mucho que resolver por nuestro lado.—

—Las cargas son menores si las compartimos.— intenté que recapacitara

—Son menores, pero si ambos ya tenemos problemas no sabemos por donde empezar a solucionarlos, al final no resolveremos nada, solo fingiremos que todo está bien y terminaremos jodiendo aún más nuestra relación.— siguió con lo mismo

Para mí era difícil intentar procesar todo lo que me estaba diciendo, lo estaba sobrepensando y fue inevitable no pensar que solo me lo estaba diciendo para no estar conmigo, aunque en el fondo sabía que tenía razón en cada una de sus palabras

—No puedes dejarme sola.— realmente estaba rogando por quedarme con él

—No te estoy dejando sola.— respondió

Empezó a estacionar el auto, supe que había llegado

—Sé que quizás soy algo dependiente, pero mientras estos días estuve sin ti me di cuenta de que influyes en mi estado de humor, nadie me soporta porque no puedo estar bien.— expliqué —Te necesito, te amo y...—

—La dependencia es lo que te está haciendo daño, necesitas saber que tu humor no depende de nadie.— interrumpió mientras me miraba —Ojalá pudieras verte con los ojos con los que yo te veo, brillas tanto que dejas pendejos a los que están a tu alrededor.—

Amaba la manera que tenía de decir las cosas, conocía a Roberto y normalmente decía las cosas sin pensarlo, pero ahora parecía analizar lo que estaba por decir para no lastimarme

—¿Entonces estás diciendo que esto se terminó para siempre?.— pregunté de repente

—Jamás dije eso.— dijo —Podemos seguir viéndonos y apoyándonos mutuamente, no voy a proponer esa chingadera de "contacto cero", pero no estamos listos para continuar con esto.—

—¿Quieres estar conmigo sin la etiqueta de novios?.— cuestioné ahora

—Tampoco eso, quizás solo como amigos por ahora.— indicó

Hace unos días habíamos terminado de una manera abrupta donde no me la podía creer, pero ahora me estaba terminando de una manera en que no me quedara duda de que ya no estaríamos juntos

—Si ambos nos queremos estaremos perdiendo la oportunidad de estar juntos.— murmuré —Y después quizás no queramos iniciar algo de nuevo, tal vez uno deje de sentir cosas por el otro y haya un corazón roto de por medio.—

Era cierto que en este momento mi corazón estaba deshecho, pero quizás si le recordaba que podía salir lastimado podría reconsiderar las cosas

—Si supieras como me siento ahora.— soltó un suspiro, era como si supiera que yo pensé algo similar —Pero es lo mejor para ambos, si podemos resolver al menos el 10% de nuestros problemas y tú quieres estar conmigo, te prometo que estaré esperándote.—

No quería ponerme en la postura de "si no es ahora no será nunca" o decirle que no estaba dispuesta a pasar por eso

—No me vayas a salir ahora con la chingadera de "amar también es dejar ir".— pedí sabiendo que era lo último que le faltaba

—¿Serviría para que entendieras mi punto de vista?.— cuestionó burlonamente

—Realmente no.— me sinceré —Supongo que voy a respetar tu decisión de "solo amigos", aunque no estoy muy de acuerdo.—

Abrí la puerta para por fin salir del auto, él bajó también, pero le hice una señal para que no me siguiera, yo podía entrar sola a mi casa

—Igual espero que me conozcas un poco y sepas que...— dije haciendo una pequeña pausa —No me voy a rendir, no importan que tan grandes sean nuestros problemas, yo seguiré intentando enamorarte hasta el punto donde no te importe lo demás.—

Y sin más solo me alejé dejándolo ahí, si mi problema era no saber controlar mi actitud, podría trabajar en eso