𝐹𝑖𝑛𝑎𝑙

684 176 71
                                    

El tiempo siguió pasando y después de casi un año estábamos en Atlacomulco, el pueblo de donde Chucho venía. Yo aún no podía creer que él se estuviera casando antes que yo, pero me alegraba verlo feliz

—¿Del 1 al 10, qué tan cómoda estás aquí?.— cuestionó Roberto burlón sacándome de mis pensamientos

—¿Por qué lo preguntas?.— cuestioné ahora yo 

—La noche en que nos conocimos parecías incómoda cuando te invité a una taquería. Ahora estás comiendo pollo con mole en una boda, donde el piso es tierra y hay una carpa sobre ti.— soltó —Yo me siento a toda madre, ¿y tú?.— 

—Quizás no es el ambiente al que estoy acostumbrada, pero no me siento mal.— respondí —Estoy comiendo mientras mi gran amigo está bailando con su ahora esposa y sumado a eso estoy junto al que considero el "amor para mi vida".—

—¿No se decía "el amor de mi vida"?.— cuestionó soltando una pequeña risa y negué 

—Siento que es mejor decir que eres el amor que quiero para toda mi vida, no importa lo que pase, te quiero conmigo.— solté 

Él sonrió y le dio un sorbo a la cerveza que le habían dado para acompañar su comida

—Te tengo una propuesta.— soltó y lo miré con atención —Hay que ponernos una pedota juntos.— 

—¿Qué tipo de propuesta es esa?.— reí 

—Piénsalo, jamás nos hemos puesto borrachos juntos.— dijo —Cada vez me vienen a la cabeza más cosas que podíamos hacer.— 

—¿Qué tan buena idea es emborracharnos en la boda de Chucho, en una ciudad que no conocemos?.— quise que entrara en razón, pero me olvidaba que él era algo imprudente 

—¿La señorita trix tiene miedo?.— se burló —No sabía que estaba saliendo con una gallina.— 

—Ni yo sabía que estaba saliendo con un infantil.— discutí 

—¿Qué es lo peor que podría pasar?.— cuestionó ahora 

Sabía que ya no quería seguir siendo la chica que se la pasaba en su burbuja de tranquilidad, pero no sabía si hacer esto sería sobrepasar mis propios límites

—Está bien, pero pase lo que pase será tu culpa.— amenacé y asintió 

Roberto llamó a uno de los meseros de la fiesta para pedirle que me trajera algo más fuerte para beber. Sabía que esto también sería para pasarla bien, claramente no beberíamos rápido, solo sería algo casual sin preocuparnos hasta que punto llegaríamos






















(.....)

Desperté con un fuerte dolor de cabeza, cuando me acomodé pude notar que no estaba en un lugar conocido así que me asusté de inmediato. Me levanté y me puse mis zapatos para salir de aquella habitación 

—Buenos días señorita.— exclamó Chucho

Él y su esposa estaban en la cocina preparando el desayuno

—Deja de decirme así, somos amigos.— recordé —Dime _____.— dije poniendo una mano en mi cabeza por el dolor 

—¿Quiere sentarse?.— preguntó —Iré a buscar a su novio, creo que se quedó dormido en su auto.— 

—Perdón por lo que sea que hicimos.— exclamé rápidamente

Los recién casados se miraron durante unos segundos y después rieron 

—Ustedes hicieron la boda más divertida.— señaló Rosa, la esposa de Chucho —El ambiente estaba algo apagado durante la noche hasta que se levantaron a bailar y a jalar gente para que bailara también, armaron una buena batukada.— 

—No me acuerdo de nada.— confesé algo apenada 

—Y es mejor así.— añadió Chucho mientras salía, supuse que iría a buscar a Roberto 

Me senté y Rosa se sentó frente a mí. Por alguna razón estar con desconocidos aún me aterraba

—¿Quiere que le muestre algunos videos?.— preguntó y asentí mirando como sacaba su celular —No es por asustarla, pero esto está rondando en las redes. Si causa algún inconveniente, me disculpo por mis invitados que lo subieron.— 

Abrí mis ojos cuando recordé que durante toda la boda había olvidado que era famosa, no me importó hacer el ridículo porque ni siquiera se me ocurrió que me fueran a grabar para exponerlo

Ella empezó a mostrarme todo; iban de los bailes tipo "payaso del rodeo" hasta un karaoke que hicieron donde Roberto y yo habíamos cantado varias canciones a dueto. Era algo un tanto humillante hasta que llegó un video donde Roberto estando borracho intentó huir en su auto, lo bueno es que no había podido encenderlo y por eso se había quedado a dormir ahí 

—No quiero ni saber lo que dicen las redes.— solté un suspiro

—No dicen nada malo, por lo que pude ver solo se alegran por ver que ustedes están juntos.— contó 

Roberto y yo aún no habíamos hecho nada oficial, aunque desde la Velada habían muchos rumores sobre nuestra relación. Después de todo la gente notó que había ido a aquel evento para apoyarlo y ahora salían estos videos de nosotros. Sería imposible negar nuestro regreso

—Necesito dormir toda mi vida.— se quejó Roberto mientras entraban a donde estábamos

—Yo no creo que eso sea posible.— dije —Somos tendencia por algunos videos de ayer.— 

—Pensé que ya habíamos dicho que no nos importaría lo que dijeran los demás.— recordó 

Me levanté de donde estaba y caminé hasta donde estaba para jalarlo hasta la habitación donde yo me había quedado. Me sentía apenada por arruinar la primera mañana de casados de aquella pareja 

—Deberíamos volver a la ciudad.— dije cuando estuvimos solos 

—Estoy de acuerdo, pero primero hay que desayunar.— pidió y lo miré mal —Ya Chucho me dijo que hicieron para todos, sería una grosería irnos.— 

Tenía razón en eso, pero me sentía algo ansiosa por todo lo que estaba circulando en redes. Quería estar en mi zona de confort de nuevo.

Sin decir nada, Roberto me abrazó. Por un momento fue como si supiera que me sentía algo presionada y quisiera darme apoyo, sin duda amaba a Roberto y la manera que tenía de conocerme tan bien, era tan irreal el amor que sentía por aquel enmascarado que había llegado a mi vida de la manera más inusual posible 

—Estaremos bien.— dijo acariciando mi espalda —Ambos queremos descansar un poco, ¿qué te parece si desayunamos con ellos y nos vamos a nuestro hogar?.— 

—¿A tu hogar o al mío?.— pregunté riendo un poco 

—Cualquier lugar donde estés tú será mi hogar.— exclamó mientras se separaba un poco del abrazo para verme —Además ayer me propusiste algo y espero no se te haya olvidado.— 

—Mi memoria dejó de funcionar.— seguí riendo 

—Estoy seguro que te acordarás después.— empezó a reír también —Y si no te acuerdas tendré que refrescarte la memoria con mis propios métodos.—

No sabía lo que el futuro nos traería, pero mientras Roberto estuviera a mi lado estaría bien. Por fin podría decir que estaba en paz con todos los aspectos de mi vida y en su mayoría se lo debía a él y a su magia que me hizo empezar a confiar más en mí.

Querido Roberto, eres lo mejor que pudo llegar a mi vida. Gracias por estar conmigo y por no dejarme caer incluso cuando yo misma te alejé. La mayoría de las personas me conocieron por un personaje vacío, mientras tú te diste el tiempo de conocerme como era fuera de todo eso.

𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐎𝐒 [Roberto Cein X Tú]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora