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Después de un largo día de compras con las hermanas Garza, volví a mi departamento. Pasaban de las 10 pm, al menos había logrado evitar a mi novio la mayor parte del tiempo y claramente había logrado dejar de pensar en la traición de Beto, al menos pude estar tranquila conmigo misma durante unas horas

Cuando entré todas las luces estaban apagadas, ¿no había llegado?. Tan solo pensar que estaría con la otra chica me atormentaba así que fui a dejar lo que había comprado en mi habitación, pero cuando entré lo vi sentado en la cama

—Hola.— me saludó y se levantó a ayudarme con mis bolsas —Antes de que digas algo déjame explicarte las cosas.—

—¿Qué cosas?.— cuestioné sin atreverme a mirarlo, estaba bastante molesta —Ah, ¿Te refieres a que te besaste con una chica mientras me dejabas esperándote sola, o a como te reuniste con ella cerca de aquí?.—

—Estoy pendejo.— dijo y soltó un ligero suspiro lleno de frustración —Pero si me dejas explicarte creo que tendrás las cosas más claras.—

Una parte dentro de mí me suplicaba hacer una escena dramática como en las novelas, tan solo recordar las miradas de lastima sobre mí mientras lo buscaba, o lo humillante que fue buscar un lugar para llorar, me hacía simplemente retroceder... Las relaciones humanas son realmente complicadas

—¿Hay una buena manera de justificar el beso y las mentiras?.— pregunté y sentí que puso una mano en mi mejilla obligándome a mirarlo —Roberto, sé que he hecho bastantes cosas mal y que aún soy muy inexperta en muchos temas, pero te amo de la manera más idiota que puedo amar a alguien. Podrá ser patético que te lo pida de esta manera, pero dime que solo me lo imaginé o que jamás me harías algo así.—

Este día me había hecho pensar bastantes cosas, estaba molesta y claramente me dolía la situación... pero al menos no estaba sola, sentía que perderlo en este momento sería fatal en mi vida

—No te lo imaginaste, no mereces pensar que tu sufrimiento no existió.— murmuró mirándome directamente a los ojos —No sé de donde chingados salió esa chica, me reuní con ella porque me contactó para algo que pensé que era de la Velada y después pasó todo el día acosándome. No quería que te preocuparas por ella y por eso te dejé ahí, pensaba que podía solucionarlo, pero solo me la pasé discutiendo con ella hasta que me besó.—

—No tiene sentido.— dije —Te escuché riendo, por eso supe que estabas ahí.—

—Me estaba riendo de ella, sacaba cada pendejada y noté que se molestaba cuando me burlaba de ella.— explicó —Solo quería que me dejara.—

¿Qué tan probable era que de repente una chica apareciera para intentar algo con él? Claramente Roberto tenía un encanto natural que podría llamar la atención de muchas, pero esta chica había "atacado" mi relación de una forma tan gratuita que hasta parecía irreal... Si lo pensaba bien, era como si quisiera hacerlo quedar mal

—¿Por qué no me explicaste que esa chica te pidió reunirse en la mañana?.— cuestioné ahora —¿Por qué tuviste que decirme que estabas con Juan?.—

Necesitaba sacar mis dudas para estar más tranquila, aún sentía cierta inseguridad que sabía que perduraría en mí, pero para una relación era esencial la confianza ¿no?, y yo sin duda preferiría aferrarme a Roberto

—Al principio pensé que solo me vería con otros organizadores del evento, no le tomé mucha importancia, además de que literalmente me avisaron de la reunión cuando estaba a punto de salir a ver a Juan.— se justificó —Y después fue por nervios, te veías tan alterada y yo tenía todo lo del primer cara a cara, no supe manejar la situación de la mejor manera, solo esperaba que acabara el evento para poder hablar tranquilos.—

Intenté buscar algún indicio de mentira en su mirada, pero parecía que estaba diciendo la verdad y yo confiaría en eso

—Te dije que no me fijaría en nadie más.— recordó —Y pienso cumplir con eso.—

No pude resistirme más y simplemente lo abracé, quizás era muy ilusa, pero le creía. él correspondió al abrazo y sin poder evitarlo empecé a llorar de nuevo, podía catalogar este día como "el día en que más lágrimas solté desde que nací"

—No llores.— pidió mientras acariciaba mi espalda

—Tenía mucho miedo de perderte.— confesé sin controlar mis lágrimas —Jamás me había enamorado de alguien y sentir mi primer corazón roto se sintió horrible.—

Se alejó un poco de mí y dejó un pequeño beso sobre mis labios

—Dije que mataría a quien te hiciera daño.— recordó burlón y limpió mis lágrimas —¿Qué procede ahora?.—

Reí un poco por aquel dilema, estuve a punto de responderle hasta que mi celular empezó a sonar

—Ah, entonces tu chingadera si funciona.— dijo, lo miré confundida —Digo, porque estuve llamándote toda la tarde y no me respondías.—

—Entré en crisis y te bloqueé.— confesé algo apenada mientras sacaba mi celular —Tal vez deberías hablar con Ari, digamos que tenemos un "enojo comunitario" contra ti.—

Me miró mal, pero nuevamente le di un pequeño beso para alivianarlo, de inmediato otra sonrisa apareció en su cara

—Ya, ve a contestar tu celular.— dijo y miré por un momento la pantalla, nuevamente era Manu

Salí de la habitación y caminé directamente hasta el balcón del departamento para encerrarme ahí y responder

Creí dejarte en claro que no quería el papel que me ofreciste, deja de molestar.— pedí

Antes me saludabas.— se quejó —Solo llamo para saber como estás.

Siempre estoy bien.— dije y solté un suspiro —Aunque me intriga saber porqué llamas para preguntar.

Esta mañana no estabas bien, te conozco.— dijo —Además sabes que tengo demasiados contactos, dije que te estaría cuidando y me enteré que te vieron mal en el evento al que fuiste hoy, ¿necesitas hablar?, si quieres puedo ir a tu departamento.

¿Tan patética me había visto? De nuevo me sentía algo humillada, jamás me había comportado así en ningún evento

Estoy bien, no necesito hablar con nadie sobre lo que pasó.— exclamé —No necesito estar con nadie que no sea mi novio.

¿Sigue siendo tu novio?.— cuestionó ahora

¿Por qué no lo sería?.— respondí con una pregunta

Lo viste besar a otra chica.— habló —¿No fue razón suficiente para terminar con esa locura?.

Hubo un pequeño silencio, yo intentaba analizar lo que estaba a punto de decir

Manuel.— lo llamé —Los únicos que sabíamos sobre ese beso somos mi novio, una amiga y yo... ¿Cómo es que sabes que los vi?.

Recordaba que al momento de verlos estaban en un lugar alejado, en ese lugar solo estaban ellos y no había posibilidad de que alguien más los haya visto.

Querido Roberto, perdóname por desconfiar de ti

𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐎𝐒 [Roberto Cein X Tú]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora