Me llevo a casa, se quedó en silencio al estacionar, un silencio de satisfacción, pero al evadir todo el tema algo tan pequeño la tensión era grande.
— ¿Estás bien? —Me acerqué a él.
—Sí —dijo serio, pero aún sin moverse. — Es solo que necesitábamos enfrentar lo que pasa y no hemos querido.
—Hasta luego —susurré, sintiéndome incapaz de argumentar algo— ¿Vas a cumplir con el plan?
—Sí —repitió.
—Connor yo de ver....
—No digas nada más —me interrumpió.
Bese su mejilla, baje del auto y recordé las notas, abrí el buzón y efectivamente había una carta para mí. Entre a casa y sentí como el auto de Connor se iba.
Todo podría cambiar y eso me preocupaba porque, aunque suene paranoico pensar tu amigo acosador podría ser un loco mucho mayor que tú, podría ser una niña con mucho rencor y ganas de dañarte, podría ser quien menos pensara al igual que sus inimaginables intenciones. Me torno insoportable con pensar y pensar, me he convertido en una necia narrando sus temores ¿Cómo dejarlos de lado tanto tiempo y no retomarlos con tanta obsesión? Me es imposible.
Subí a mi habitación y leí la carta:
Muy bien, las 5 preguntas son:
1— ¿Qué edad tienes?
2— ¿A qué universidad iras?
3— ¿Alergias?
4— ¿Dónde está tu papá?
5— ¿Quieres saber quién soy? ¿O no estás interesada?
Solo quiero las respuestas, nada de detalles. Lo básico, recuerda las reglas del juego.
Entonces tomé la pluma y contesté:
1—Tengo 17.
2—A la misma de mi hermano, supongo que vez nuestras redes sabes perfectamente donde estudia.
3—Al polvo ocasionalmente.
4— Muerto.
5—Me encantaría saber quién eres para decirte un par de verdades y explicarte que a las chicas jóvenes no se les acosa, que a la gente que te interese conocer sea chico o chica no necesita ser hostigado con tonterías.
Cuando las respuestas estuvieron listas las guardé en el mismo sobre que recibí en la carta.
Le saqué copia a la nota que me enviaron de graduación y a la nota, mañana le entregaría las copias a Connor. Lo último que hice fue escribir una nota adicional, pero esta también se la daría a Connor.
Ahora que lo pienso ¿Dónde estaba Thomas? Entonces cuando iba a llamarlo él me llamo a mí.
— ¿Hola? —lo escuché.
—Hola, oye ¿Dónde estabas? Quizás podrías traerme una pizza y algunas cosas del...
— ¡Siento mucho decírtelo! ¡Pero decidí ir a la playa con Anna unos días volveré el jueves! —Dijo entre aquel ruido.
—Ah, claro —suspire— Te veo el jueves —colgué.
Genial ¿O no? justo cuando necesitaba a mi hermano él se iba a la playa. ¡Pudo haberme invitado! Pero por lo que vi en el horario que me envió mamá se quedaría hoy y mañana hasta la madrugada del miércoles en el hospital.
Entonces preferí irme a dormir dejando lista la alarma 10 minutos antes de las 6:30.
Mis ojos se abrieron, pero no a la hora de la alarma si no, antes. Alguien estaba tratando de abrir la ventana, me fije y era Connor. Abrí la ventana y él entro como un ninja uno que casi saca mi corazón de su lugar.
— ¿Qué haces aquí? —Di un bostezo— Son las... —miré el reloj— ¿5 am? —Dije restregándome los ojos.
— Lo sé, pero quería ver si aún estabas aquí.
— ¿Qué? —Lo miré aun cansada— Claro que iba a estar aquí tonto. — Lo abracé. — Es más —Dije acercándome a mi escritorio— Toma, son las últimas dos cartas que recibí.
— ¿Las copias?
—Sí —suspire— También esto —Le entregue la nota adicional— Guárdala en la bolsa de tu pantalón
— ¿Para qué es? —me miró confuso.
—Es por tu bien, guárdala y no hagas ningún intento de leerla.
—Muy bien —Se la guardo en su bolsillo— ¿Me puedes explicar que estas tramando?
— Ideas por seguridad, no me pongas más nerviosa —Me aferré a él. — Te quiero y mucho.
—Eso haré —dijo mientras guardaba las notas y sacaba su móvil— Yo también te amo —Me correspondió el abrazo.
Él salto como ninja y yo cerré mi ventana. Me acosté a dormir y cuando el reloj sonó sin pensarlo dos veces tomé el sobre y baje corriendo a la sala, en ella espere la hora exacta: 6:30
Cuando la aguja del reloj llego a la hora estimada, entonces salí y puse el sobre en el buzón y corrí hacia mi casa. Me encerré y seguí sus órdenes, no trate de mirar quien era él hombre que recogería las respuestas mientras me hacia una bolita en la puerta principal e hiperventilaba como loca, mamá se acababa de ir tan solo una hora atrás.
Espere casi 10 minutos y salí nuevamente en pijamas a buscar el sobre en el buzón, pero esta vez encontré una nota, esta fue escrita con pluma y con rapidez, o al menos eso pensabas con la caligrafía de esta, además esta causo que mi mente pensara inmediatamente en Connor y mis nervios perdieran el control.
—Uno de los tuyos menos.
En ese momento cruce la calle corriendo mientras buscaba a Connor, llegue al árbol y encontré sus cosas bajo el, su mochila y su teléfono tirados. Agite el árbol desesperada, pero no veía ni una señal de Connor, ni si quiera puedo decir que lo agite, pero lo golpee varias veces causando que se moviera un poco.
Es de las sensaciones más horribles que tu cuerpo puede soportar la angustia de tener un desaparecido y que la impotencia se apodere de ti, de esas que te comienzan a recorrer brazos, piernas y cabeza, de las que hacen que te pese el cuerpo y que seguir consiente sea un castigo porque parece que vas a vomitar el maldito corazón de la ansiedad, no conozco una descripción similar, comencé a llorar y a toser de la angustia.
— ¡Connor! ¡Connor! —Grite desesperada— ¡Responde! ¡Por favor! —mientras sentía como el corazón se me aceleraba más— Vi otra nota en el suelo, pero me percaté de ella porque cayo de una de las ramas de la parte de abajo. La misma mala caligrafía, pero esta nota me causo más miedo que la anterior y las lágrimas comenzaron a salir:
—Te lo advertí.
No me importo estar en pijamas bajo el árbol de mis vecinos enfrente, no me importo nada ¡Se habían llevado a mi chico de ojos grises! ¡Se lo habían llevado!
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AMIGOS
Teen FictionConnor y Emily comparten una amistad en el pasado que los une, en su último año de preparatoria se encontrarán por azares del destino llevándolos a vivir momentos completamente inesperados al buscar respuestas. A pesar de poder caer en el cliché por...