Punto de vista de Connor:
Cuando estaba contando sentí como los autos se iban a toda velocidad, hacia distintas direcciones. Se acababan de llevar a Emily, sin pensarlo dos veces caí al suelo y comencé a llorar sin control, como un niño, más allá del extrañarla, del temer por no verla más también yo estaba asustado casi conozco el otro mundo por sus golpes, nunca los vi y usaron su ventaja para golpearme hasta hacerme volverme loco y no por un dolor físico sino por el agobio de ser tan vulnerable.
Podía ser una atleta, podía ser el más inteligente, el más preparado para partirle la cara a alguien, pero ¿Cómo sirve eso cuando usan ventajas fuera de tu alcance? ¿Cómo te enfrentas a varios si necesitan amarrarte para atacarte? ¿Cómo no vas a llorar si sigues siendo un adolescente? Podía ser más alto que mama, verme como el más rudo de la clase, pero sigo siendo un niño con mucho camino, uno que me acaban de arruinar quitándome a alguien a quien quiero y aprecio. No se cómo hacerle frente a esto, al mundo preguntándome por ella, a su hermano desesperado y a su mamá llorando.
Porque, aunque yo lo temía mi amiga iba a salir en letreros con su nombre, su edad, su color de cabello y quizá la ropa que vestía, yo sé que vamos a vivir la desesperación de querer abrazarla y solo sentir ese vacío porque no me va a sonreír, porque no vamos a seguir bailando en las fiestas, ni platicando nuestros conflictos internos.
Jamás me imagine que menospreciar unos trozos de papel me la iba a arrebatar. Aunque ¿Arrebatármela? Si no es mía, es de su mamá a la cual no tengo cara para verla, se los juro que se me cae la cara de vergüenza.
Lloré hasta que comenzó a oscurecer, comencé a caminar, sin detener el llanto. Cojeaba de una pierna, esos idiotas me golpearon como a un juguete, me arrastraron por todos lados, estaba adolorido, a eso le llamaban "lección de modales"
Llegué al auto de Emily, encontré mis cosas, comencé a manejar, pero las lágrimas me estaban cegando y sentí como más de alguna ocasión estuve cerca de chocar, el camino fue realmente difícil, quería a Emily a mi lado, pero había perdido todas las esperanzas, lo único que hacía era gritar con rabia y llorar.
Llegue a casa ¿Mi familia? Solo estaban mis hermanas y la empleada quienes al verme así me sentaron en la barra de la cocina donde curaban mis heridas y no dejaban de hacerme preguntas:
— ¿Qué te paso? ¿Por qué vienes así? —dijo Molly.
— ¿Con quién peleaste Connor? —Darcy me miró molesta.
— Estoy cansado, les voy a contar después. —Subí a mi habitación.
Cuando terminaron de curarme me duché, las heridas ardían como el demonio, solté sollozos ante esto. Me maldecía a mí mismo por dejar que se la llevaran, por hacerle caso cuando me dijo que no se lo contara a nadie. Una segunda visita a la comisaria me iba a asegurar estar con ella, con gente adulta, nosotros seguiríamos juntos lejos de la gente mala. Pero el silencio cobro su precio y me desespera más saber cada uno de mis errores.
Me vestí para ir a buscar a alguien a su casa, para avisarles a todos que ella no estaba más. Pero al estar listo me tumbe en la cama, son de esos cansancios involuntarios, de esos que no lograba asimilar como podría dejarlos para ir a buscar a alguien, es más no debí tan siquiera ducharme, tuve que haber ido así a la comisaria, pero me sentía apestoso, cansado, asqueado. Hasta que me estaba muriendo de cansancio reaccione con mis nuevos errores.
Mi cansancio era tal que la veía a mi lado como parte de una alucinación, estire mi mano a ella, pero nunca estuvo ahí, el cielo estrellado de mi habitación me mareaba y fue inevitable no cerrar los ojos y caer rendido.
Es tan increíble, ¿cómo pude perderme de su amistad por tantos años? Ahora volví en el momento indicado; para darle el último adiós. El cielo entero podía brillar, pero sino estaba aquí conmigo no me servía de nada volverla a ver. No era útil tenerlo todo y nunca más saber de ella.
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AMIGOS
Teen FictionConnor y Emily comparten una amistad en el pasado que los une, en su último año de preparatoria se encontrarán por azares del destino llevándolos a vivir momentos completamente inesperados al buscar respuestas. A pesar de poder caer en el cliché por...