Capítulo 30

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Punto de vista de Emily:

Un día más en reuniones, pero en esta ocasión se trataba de primer operativo, infiltrada como una consumidora más en las instalaciones de un casino, ¿Mis acompañantes? Johan y Taylor, considerados aptos para supervisarme durante mi primera misión...Esta maldita agencia va a terminar volándome los sesos.

— A mí me gustaría escuchar que tiene para decirnos, señorita Emily. — Escuché a uno de mis superiores hablar.

Levante la mirada.

— No tengo demasiado para agregar señor, esta todo claro.

— Me refería a tus acompañantes, debe sentirse segura con ellos.

— Taylor me preparó, me siento más que cómoda con su presencia, se ha convertido en un buen colega.

— ¿El señor Johan no aplica para ese mismo criterio?

Oí como trago saliva y miré como tenso su posición en la silla.

— No tengo una relación tan cordial con él. — Argumenté. — Pero haré lo posible por mantenerme profesional y evitar que eso interfiera.

— Recuerden que esto se trata de un importante golpe a la delincuencia, a toda una mafia de personas que se esconden bajo las apariencias. — Nos miró a los tres. — Tengo plena confianza en ustedes, en que no me fallen, no importa que tan heridos, que tan golpeados o traumatizados salgan...Saben que eso justo en este momento no importa.

— Entendido señor — Oí las voces de mis compañeros.

— Entonces estaríamos listos, pueden reincorporarse con sus compañeros de escuadrón,

Me levanté y emprendí camino a la salida tras Taylor y Johan, hasta que escuché su voz.

— Señorita Emily.

— ¿Sí?

— Confío en que usted demostrará que no se encuentra con nosotros por puro nepotismo, su padre es un gran hombre, sin embargo, al ser su hija al unirse a la agencia usted ha tenido ciertos privilegios que para sus compañeros e inclusive para mi persona rozan las excentricidades, desde entrenamientos fuera de nuestras instalaciones hasta evadir los horarios de oficina habituales.

— ¿Antonio verdad? — Pregunté

— Para ti soy el comandante Antonio Villa — Respondió con firmeza

— Sé exactamente lo que represento a ojos de muchas personas acá, la nena de papá que consiguió un puesto, la arrogante que se sienta con nosotros en la reunión, la nenita que nunca esta en la agencia si no es para gozar de sus privilegios, pero a diferencia de lo que parece no estoy acá precisamente porque me interese o porque le tenga demasiada voluntad a despertar cada día con ganas de impresionarlos.

— ¿Entonces tendrías la decencia de indicarme que haces acá?

— Simple, acepto la oportunidad que mi padre me ofreció y pago la deuda emocional que él siente con ustedes...Aunque honestamente soy la primera en pensar que no le debe nada a una entidad que solo lo mantuvo respirando para sacarle información, créame gozar de mi nepotismo como usted lo cataloga es lo que menos me interesa, entrene igual que todos ellos y laboro el mayor tiempo posible en casa para convivir con el hombre que creí por 17 años muerto — Mentí. — Él no estuvo conmigo, pero créame que soy más fuerte de lo que parece.

— Entonces podrás cumplir con esta primera misión — Concluyó.

— Y al fin callarles la boca. — Le di una media sonrisa y abandoné la sala.

Había sentido esas miradas, pero siempre las ignore, nunca trate de explicar su rechazo hacia mí porque tampoco su aprobación me parecía importante. Pero siendo sincera si se habían tomado tanto tiempo para hablar mal de mí he de suponer que será una buena lección el seguirme viendo avanzar, quizá un día se acerquen lo suficiente para oírme hacer la misma confesión que hice hoy .... Esto no me interesa de ninguna forma.

No me disgusta hacerlo, pero tenía un sueño, tenía muchos sueños y estar acá no estaba en ninguno de ellos. Camine entre los pasillos de casa al llegar y me acerque al teléfono, marqué y espere a oír la voz de mamá, la voz de alguien que me asegurara que mi vida anterior no quedo en un completo caos ante mi ausencia...Pero el teléfono sonó como desconectado y después de mucho tiempo rompí en llanto en la silla de al lado...Porque extrañaba mucho ser joven, equivocarme, reírme sin temor, ser libre.

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