CHAPTER THREE
003 ──── La traición de la asistenteDespués de casi dos horas en aquella sala de conferencias, dieron por finalizada la ronda de prensa y Lando se levantó del sofá, dejando que Aurora y Charles -que eran los que se encontraban a su izquierda- bajaran primero por la pequeña escalera.
El británico soltó un bufido al ver a Amelia a lo lejos. La castaña miraba el reloj en su mano constantemente. Parecía demasiado nerviosa, una maniática de la puntualidad, y eso lo ponía nervioso a él.
Volteó distraído al escuchar un silbido a sus espaldas, y se encontró con la expresión burlona de Lance.
—¿Nueva asistente?
—Yo diría nueva niñera — refunfuñó, aún molesto por la decisión de Louisa.
—En mis tiempos ninguna niñera se veía así — el canadiense le dio un descarado repaso a la americana, que estaba hablando con otras personas como para notar que era el tema de conversación de los dos pilotos. Por suerte.
—Lo que tiene de guapa, lo tiene de mandona — Lando continuó desahogándose, aunque Lance no era su mejor amigo y tampoco le caía muy bien — Odio que me trate como un jodido niño, y apenas es el primer día.
Justo en ese momento, Amelia se permitió excluirse a sí misma de la conversación con la publicista de Aurora para recorrer todo el lugar con la mirada. Parecía estar buscando algo y cuando lo encontró junto al piloto de Aston Martin, no dudo en llamar su atención.
—¡Lando, se hace tarde!
El británico dejó caer la cabeza hacia atrás, al tiempo que dejaba escapar un lamento dramático, y escuchaba la risa del pelinegro.
—¿Ves a lo que me refiero?
—Creí que así te gustaban, Norris. Mandonas — se mofó Lance, palmeándole la espalda con gracia — Vamos, mírale el lado positivo. Tendrás a esa preciosidad contigo todo el tiempo, deberías sacarle provecho. Ese es mi consejo.
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𝐒𝐇𝐎𝐎𝐓𝐈𝐍𝐆 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐒 ☄️ [Lando Norris]
Fanfic『8』𝐒𝐒 Repite conmigo, a las estrellas fugaces no se les mira, ni se les trata, ni se les quiere como si fueran jodidas galaxias. Pero repítelo en serio y aplícalo como Lando y Amelia no pudieron hacerlo. Se entregaron el corazón y sin importar co...