Capítulo 21: Soy una Montgomery

59 5 1
                                    


Teníamos casa sola, literal, solo para nosotras dos, le pedí a Mark si me podía traer algunas cosas de mi departamento, ya que no podía ir ahí, él me dijo que si, y después de un rato llego, quedándose un rato a jugar con Bea y a cenar.

Después de que se fue, recogimos los platos, bañe a Bea, le leí un cuento y nos acostamos a dormir, esta noche me quedaría a dormir en su cuarto, que antes era el cuarto de invitados, todavía no me atrevía a entrar al cuarto que era de Addie y mío, y mucho menos, al que iba a ser de nuestro bebé.

-Mami, despierta – siento como me mueven del brazo, despertándome.

- ¿Que pasa mi amor?

-Me siento mal, me duele mi pancita – me dice con un puchero.

- ¿Te duele mucho? -ella solo asiente.

- ¿Comiste algo que estaba en mal estado? –ella niega - ¿comiste muchos dulces? –vuelve a decirme que no - ¿te hizo de comer tu tía? –le pregunto, sabiendo que la comida no estaría en buen estado y aun así se la comió, para que Addie no se sienta mal -ella vuelve a negar, y baja corriendo directo al baño, a vomitar.

Yo suspiro y voy tras ella.

-Cariño, ¿dónde te duele? –le pregunto, cuando termina de vomitar y se enjuaga su boca.

Ella me señala la parte baja de su estómago, yo la reviso de forma rápida y esto no me gusta, además de que empieza con fiebre.

-Te voy a llevar al hospital, vale.

-Vale –me susurra.

La cargo, llevándola a la cama, la abrigo y yo hago lo mismo y salimos para el hospital; Mi instinto de tía protectora, reza para que solo sea una indigestión, mis conocimientos de doctora, saben, que lo más seguro, sea algo más grave.

Durante el camino, intento marcarle a Addison, pero me manda a buzón...vuelvo a intentar y después de tres timbres escucho su voz.

- ¿Mer?

-Addison, que bueno que contestas, ¿estás en cirugía?

-Apenas voy a entras... ¿Por qué?, ¿paso algo?

-Es Bea, vamos para el hospital –le digo con un suspiro.

- ¿Qué le paso? –me dice alarmada.

-Tranquila, le duele su estómago, al parecer algo le cayó mal, la llevo para que Alex la revise.

-Está bien –me dice, calmada – en cuanto sepas que pasa me avisas.

-Si no te preocupes – a lo lejos se escucha, como la llaman para cirugía.

-Me tengo que ir.

-Sí, cualquier cosa te aviso.

-Dile que la quiero.

-Yo le digo.

Llegamos al hospital, estaciono el auto y bajo a mi sobrina, que se retorcía de dolor, cuando entramos a emergencias, la coloco en una camilla y la llevo a una sala de examinación, mientras pido que llamen a Alex.

- ¿Dónde te duele, mi amor?

-Aquí –me dice señalando la parte baja de su abdomen.

- Me mando a llamar doctora Grey? –me dice uno de los internos y yo asiento.

-Si, necesito que la revises, tiene dolor abdominal y estomacal, vomito unas tres veces, además que presenta fiebre.

El se acerca a ella y medio la revisa, volteándome a ver nervioso.

No merezco volver Donde viven las historias. Descúbrelo ahora