-Querida comisión médica, no, respetable comisión médica, médicos y población en general, sean bienvenidos, bayl... ciruja... ahhaha -grita Addison, por enésima vez, frustrada, dejando caer sus tarjetas de estudio sobre el tablero del carro.
Habían pasado dos días, desde que Mark y ella habían asumido el puesto de jefe interino y hoy se inauguraba la clínica de la que Addison, era parte fundamental.
Íbamos todos en el coche, ella y yo en la parte de adelante y Archer y Bea atrás, tratando de animarla y brindándole la seguridad que necesita, mientras mi sobrina dormía.
-Lo vas a hacer genial hermana.
-Eso no es cierto, soy un desastre y mi fobia social no ayuda.
-Addie, diriges un hospital, literal eres la dueña de él, no tienes fobia social, solo muchos nervios, relájate, tu hermano tiene razón, todo saldrá genial.
-Eso espero -murmura ella, volviendo a repasar su discurso, y volviendo a fallar en el intento.
Esta clínica era el sueño de Addison, y prácticamente Bailey se lo había cumplido, regalándole esta clínica, que lleva el nombre de su madre (de Bailey).
Cuando llegamos al estacionamiento, Archer baja a Bea, acurrucada en sus brazos y yo me quedo con Addison en el coche, buscando una forma de calmarla.
- ¿Y si mi discurso sale mal?, ¿si no les agrada a las personas?, o que tal que alguno de los manifestantes antiaborto, se presenta, haciendo algún alboroto o algo así.
-Amor, tranquila, nada de eso pasara, ok, cuando estés ahí, lo harás genial, solo veme a mí, piérdete en mis ojos, como siempre lo has hecho o imagina a todos desnudos.
- ¿Desnudos?
Yo me encojo de hombros – puede funcionar.
-Sabes que también puede funcionar –me dice, tomándome de la cara y acercándome más a ella –unos buenos besos tuyos.
Nos comenzamos a besar, como si anoche no hubiéramos estado juntas, hasta que alguien se asoma por la ventana del auto, provocando que nos separemos de sopetón.
-Dejen eso para luego y vamos, que esa clínica no se inaugurara sola –nos dice Bailey, tocándonos la ventana e interrumpiendo nuestra sesión de besos y abrazos.
-Vamos jefa –le dice Addie y ella levanta una ceja –lo siento, la costumbre.
Llegamos a la clínica, la cual antes era la clínica que había financiado Izzie, y que ahora se convertirá, en un centro de reproducción y maternidad, ya hay bastante gente, lo que aumenta los nervios de Addie y provoca que sus manos suden más de lo normal.
La ceremonia comienza y Bailey se acerca a dar unas palabras, mientras Addison se encuentra arriba del escenario y a mi lado esta Lexie, y al otro Maggie, que no deja de hablar y alagar a Addison, sé que le prometí a mi pelirroja, que iba a acercarme a mi hermana, pero algo en ella no me agrada, y me cuesta mucho trabajo simpatizar con ella.
Cuando Bailey termina de hablar, le sede la palabra a Addison, que, con manos temblorosas, toma el micrófono, y voltea a verme, buscando mi mirada, yo le doy una sonrisa tranquilizadora y le susurro un –te amo, mi chica valiente –animándola a comenzar su discurso, que hasta yo me sé de memoria.
-Respetable comisión médica, doctores y público en general... -así continua su discurso, de forma fluida, como si pareciera, que no había pasado dos días repasando lo que diría, al final todos le aplaudimos, ella se merecía esto y más.
Cortaron el listón y la clínica quedo inaugurada oficialmente.
-Esa es mi chica –le dice Mark, abrazándola y dándole vueltas, cuando llega a donde estábamos –te lo mereces hermanita.
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No merezco volver
FanfictionNos dañamos tanto, que un perdón no es suficiente. Nos mentimos tanto, que un te quiero no arreglara lo nuestro. Nos rompimos tanto, que un te amo no pegara los pedazos de nuestros corazones rotos. Por lo que, yo no merezco volver.