No merezco volver

Capitulo 56: Las interminables etapas de un duelo.

Y aunque ya sé que todas las historias tienen su final.
Ya no me pidas que de ti me olvide, que no soy capaz.
¿Cómo pretendo no echarte de menos?, si te amé de más.

+ (MÁS) / Aitana y Cali & el Dandee

Hola, la primera parte de este capítulo, y el siguiente, están escritas en tercera persona, espero les guste.

Toda perdida, viene acompañada de un duelo, pero este se hace más difícil, cuando se sufre un trauma, la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación, son las etapas que siguen, después de una perdida, pero depende de cada persona, la forma en la que lidia con esta, y con su propio trauma.

Muchos dicen que el tiempo lo cura todo, pero muchas veces, eso no es cierto, el tiempo es efímero, pero el dolor y los recuerdos, no siempre lo son.

En el hospital "Seattle Grace Mercy West", todavía no comprendían, que había pasado, como de un momento a otro, habían perdido a uno de sus mejores cirujanos plásticos, y amigo, y como dos de sus mejores médicas, una de ellas jefa de cirugía, habían salido heridas.

El homenaje a Mark Sloan y algunos enfermeros, que también fueron víctimas del tiroteo, se realizó en el estacionamiento del hospital, donde se convocó a familiares, amigos y trabajadores.

Entre lágrimas y discursos de amor, se le dio la despedida a un gran amigo, mientras Mer siguió la transmisión en línea.
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Bailey y Richard todavía no entendían cómo él pudo burlar a la seguridad, entrar al hospital y provocar ese desastre.

-Aquí están los resultados de la autopsia que solicitó-dice una enfermera, entrando a la oficina de Bailey.

- ¿Pediste una autopsia? -pregunta Richard, sorprendido.

-Sí, la necesito para entender qué pasó, y saber si había algo que hacer para salvarlo.

-Lo mataron, Miranda.

-Eso ya lo sé –contesta con un poco de rabia en su voz, mientras abre el sobre - la bala dio directamente al corazón, fue un paro cardiaco fulminante.

-No había nada que hacer -contesta el.

Mientras ella tira los papeles, en el escritorio, y se lleva las manos a la cara, con frustración.

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Meredith no comía, y lo poquito que lograba llegar a su estómago, a los pocos minutos, lo devolvía, los síntomas del embarazo no eran los más agradables que digamos y menos, si su pelirroja no estaba a su lado.

Pero, aun así, cuidaba de todos a su alrededor, de su hermana, de sus sobrinos, de su prometida, cuando lo único que quería era que alguien la cuidara a ella, y la protegiera, pero ese alguien ya no estaba.

Archer y Bea, vivían ahora con ella, junto con Cristina y Teddy.

-Tienes que comer - le dijo Cristina, por enésima vez en el día.

-No quiero, no tengo hambre, lo que quiero es gritar.

-Pues grita.

-No puedo, ya lo intenté y no puedo -le dice ella, desde el piso del baño, su nuevo hogar, después del cuarto de hospital de Addison.

-Mer tu mujer está en coma y tu mejor amigo murió, tienes derecho a despertar a los vecinos.

-El no murió, lo mataron, y por culpa de ese mismo imbécil, Addison está en coma.

-Hay esta, tienes suficientes motivos para despertar a los vecinos, vamos inténtalo –la animo.

Ella tomó aire, se limpió las lágrimas, he intento hacer lo que su amiga le pedía, pero nada salió.