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Capítulo catorce
Dieciocho hasta que muera
—♥︎—
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JORDANNA SUSPIRÓ MIENTRAS miraba su teléfono. No había hablado con Rebekah desde que la dejó en la pensión Salvatore, la bruja le había preguntado a Rebekah si quería quedarse en su casa, pero ella se negó, Jordanna le había estado enviando mensajes de texto para asegurarse de que el original estuviera bien, pero ella no había recibido nada a cambio.
Se suponía que debían estar preparándose para el baile de bienvenida junto con Caroline. Sí, lo sé, ambas rubias juntas probablemente no serían la mejor combinación. Sin embargo, Jordanna no les había dicho a las vampiras que la otra se uniría a ellas. ¿Estaba forzando una amistad? Sí. ¿Funcionaría? Probablemente no. ¿Pero iba a continuar con estos esfuerzos? Definitivamente.
Jordanna también había invitado a Bonnie a la pequeña reunión, a lo que la Bennett también se negó, probablemente estaba afuera tratando de descubrir qué estaban haciendo la 'Pandilla Scooby'; Jordanna no era tan estúpida, por supuesto que sabía que estaban a punto de hacer algo. Siempre lo hacían, ¿no?
Pero eso no hizo que Jordanna se sintiera menos rara, era su cumpleaños y todos lo estaban pasando conspirando contra el gran híbrido malo. Jordanna no quería sonar egocéntrica ni nada por el estilo, pero ¿no se suponía que tu cumpleaños giraría en torno a no sé... tú?
Había recibido pequeños textos patéticos de Damon y Elena, incluso de Stefan, sin humanidad, lo que la sorprendió. Incluso en su estado deprimido y sin emociones, todavía le importaba, más o menos.
Jordanna refunfuñó en voz baja mientras se quitaba las cálidas sábanas del cuerpo y sus pies se apoyaban contra el frío suelo mientras se levantaba para abrir la puerta.
"¿Qué?" Ella espetó mientras abría apresuradamente la puerta. Dios, parecía un desastre. Bolsas oscuras debajo de los ojos, cabello rizado en lugares extraños, algunos mechones ondulados, otros lisos; Parecía como si se hubiera peleado con un maldito árbol.
