Capítulo 5

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Valeria regresaba a casa con el corazón acelerado y la mente turbulenta. Había pasado la última hora infiltrada en el bar "La Sombra", buscando al soplón que amenazaba la organización criminal de su primo Joaquín. Aunque no había encontrado al delator esa noche, sí había obtenido información valiosa. El nerviosismo por lo arriesgado de su misión se mezclaba con una determinación férrea; estaba decidida a proteger a su familia a cualquier costo.

Al entrar a su pequeño apartamento, Valeria se dejó caer en el sofá con un suspiro de alivio. Sacó su teléfono y comenzó a revisar las notas que había tomado discretamente durante la noche. Aunque nada era concluyente, tenía algunas pistas que podrían ayudarla en futuras investigaciones.

Se quitó los zapatos y se recostó, intentando relajarse mientras repasaba mentalmente cada detalle. El rostro de Osman, el hombre misterioso que había estado hablando con el sospechoso, se le había grabado. Sabía que tendría que seguir investigando y, posiblemente, acercarse más a él para obtener más información.

Después de un rato, Valeria se levantó y fue a la cocina a prepararse una taza de té. Mientras el agua hervía, reflexionó sobre los riesgos cada vez mayores que estaba asumiendo. Sin embargo, la adrenalina y el desafío la impulsaban a seguir adelante.

En otro lugar de la ciudad

En otro lugar de la ciudad, el doctor García se reunía con sus socios en un lujoso apartamento. Era una reunión discreta y estratégica, como todas las que tenían lugar entre los miembros clave de la organización criminal de Joaquín.

García, un hombre de apariencia seria y voz profunda, comenzó a relatar los eventos de la noche.

"—Así que, amigos míos, esta noche algo inusual sucedió en 'La Sombra'. Una escluince se sentó junto a Osman. Estaba investigando algo, eso estaba claro. No sé quién es ni qué buscaba exactamente, pero su presencia no me pareció casual."

Los otros hombres asintieron, intercambiando miradas pensativas.

"¿Qué sabemos de esta chica?", preguntó uno de ellos, cuyo rostro estaba marcado por cicatrices de antiguos combates.

"No mucho todavía", respondió García. "Pero estoy seguro de que no es simplemente una escuincle, para mí que es una campanera de Joaquín para sabotearnos el negocio. Su actitud y la forma en que manejaba la situación indican que tiene habilidades más allá de las que se enseñan en una escuela militar."

"¿Qué piensas hacer al respecto?", preguntó otro hombre, ajustándose los puños.

García sonrió ligeramente. "Voy a investigarla. Si está interfiriendo en nuestros asuntos, debemos saber quién es y qué quiere. No podemos permitir que nadie ponga en peligro la operación de Joaquín. Le haremos creer que no sabemos nada y nos llevamos todo a la chingada"

Los hombres asintieron en acuerdo. Todos sabían que la seguridad y la estabilidad de la organización eran primordiales. No podían permitir que una intrusa, por más hábil que fuera, comprometiera sus planes.

Mientras discutían estrategias y posibles cursos de acción, Valeria tomaba una decisión similar en su modesto apartamento. Estaba determinada a descubrir la verdad y proteger a su familia, sin importar los riesgos personales que tuviera que enfrentar.

Pasiones que matanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora