𝐕𝐈𝐈

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Había un hombre esperándonos ahí, y mamá parecía conocerlo.

—Hola, Norman y Mia —nos saludó aquel hombre, que vestía bastante formal, como alguien importante—. Encantando de conocerlos.

—¿Ya estaba aquí, señor? —le preguntó Isabella.

—Sí, llegué un poco pronto.

—Norman, Mia, este es el señor Ratri —nos lo presentó—. El será su nuevo padre.

¿Padre? No entendía qué estaba sucediendo, no porque nos habían llevado con este hombre, pero parecía que no había sido nada más que una broma, ya que el comenzó a reír.

—No nos llevamos tantos años como para que me llamen "padre" —siguió riendo—. Llámenme Peter. Si les parece bien, me gustaría que me ayudaran con mi investigación.

Norman y yo no entendíamos nada, pero parecía que no iban a llevarnos con los demonios, pero tampoco sabíamos a dónde íbamos a ir.

—¡Qué bien! —Isabella nos abrazó—. Van a poder estudiar mucho. Los amo mis queridos niños.

No sabíamos si este hombre era bueno y podía ayudarnos, o también era uno de ellos, pero por lo que dijo de "investigación", supuse que era alguien que trabajaba para los demonios.

Una vez que nos despedimos de mamá, nos subieron a un carro, sin siquiera saber la dirección.

El carro arrancó y aún me sentía bastante nerviosa, miré a Norman y el también se veía confundido.

En donde íbamos, no había ventanas en las que pudiéramos ver donde estábamos y a donde nos dirigíamos.

—Tengo miedo, Norman —confesé.

—Estaremos bien —me respondió.

Sabía que Norman no iba a abrazarme y consolarme, porque no estábamos acostumbrados a llevarnos así. Pero en estos momentos lo mínimo que podíamos hacer era estar juntos.

Pasó el tiempo y alguien abrió la parte donde estábamos nosotros y se encargó de bajarnos.

—Síganme —nos mandó.

Íbamos detrás de él, viendo a donde entrábamos y analizando el lugar.

Entramos en una especie de laboratorio, que no la presentaron como "Lambda-7214". Un lugar donde se experimentaban con los niños que eran traídos aquí.

Solo el pasar por unas ventanas donde del otro lado habían niños que tenían mutaciones, me dolió bastante verlos.

Aparté mi mirada, y miré a Norman, que el seguía analizando cada pasillo y rincón de aquí.

El hombre al que seguíamos tenía lentes y era bastante alto, llevaba una bata blanca y se veía algo mayor.

Nos dio un recorrido por el lugar, pero habían lugares a los que no se nos permitía entrar, y nos avisó de esto para evitarnos problemas.

Nos mostró a cada quien una habitación, donde podríamos descansar después de las lecciones y los experimentos.

Nuestras habitaciones estaban cerca, pero nos habían dicho que sería muy difícil que nos viéramos, por nuestros horarios.

Me llevaron a mi cuarto y a Norman al suyo, ahí dentro pude ver mejor aquel lugar.

Era una habitación personal con una cama que se veía bastante cómoda, y sobre ella había un uniforme respectivo de este lugar.

Tenía una mesita de noche, con unos cuantos cajones para guardar algunas de nuestras cosas. Mesa y silla para el desayuno, comida y cena diarias que nos iban a dar.

❛ TRABAJAR JUNTOS ❜  |  Norman The Promised NeverlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora