𝐗𝐈𝐈𝐈

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Después de haber visto aquella horrorosa imagen de Norman sonriendo con otra chica, me dirigí hasta la enfermería, tal vez ahí no me encontrarían.

Iba a saber cómo estaba la salud de aquel chico que había cargado en brazos hasta ahí ayer, y esperaba realmente que él hubiera mejorado.

No había nadie en la sala, más que los que se encontraban postrados en cama, la mayoría dormidos por lo cansados que estaban.

El estaba en una de las esquinas, dormido igual que los demás, me acerqué a él para obsérvalo mejor y me di cuenta que parecía tener la edad que Anna y Nat tenían actualmente.

Le calculaba unos 11 años tal vez. Él lucía una despeinada cabellera con un tono rubio, decorándola con una banda sobre esta misma.

Solo pasaba a ver cómo estaba, así que iba a regresarme a mi habitación, no tenía nada más que hacer ahí.

—¿Dónde estoy? —alguien preguntó, y de inmediato me di media vuelta, cruzando miradas con aquel niño que ahora estaba despierto.

Me acerqué a él, sentándome a su lado en la camilla donde se encontraba recostado.

—Estas en un refugio —le expliqué—, específicamente en una enfermería, estabas demasiado lastimado.

Con una de sus manos se tocó la cara, donde Elliot le había colocado una venda por los grandes rasguños que tenía. Se vió también los brazos que en algunas partes igualmente estaban vendados, bastante confundido aún.

—¿Cuál es tu nombre? —le pregunté.

—Hayato —dijo mirándome a los ojos.

El parecía estar confundido aún, como si no pudiera asimilar que estaba fuera de aquella granja donde no era nada más que un objeto para los demonios.

Se levantó de golpe, haciendo que una de sus piernas se moviera tan rápido y causando un gran dolor debido a la herida que tenía ahí.

—No hagas mucho esfuerzo —lo ayudé a acostarse otra vez—. Llamaré a alguien para que venga a ver tu estado.

El asintió mientras se acomodaba en la cama, aquel pobre chico llamado Hayato se veía tan perdido, al igual que los demás niños que habían llegado ayer.

Les iba a tomar un tiempo acostumbrarse a este nuevo ritmo al que vivíamos, pero estaba segura de que era mucho mejor que vivir en un laboratorio o en una granja de producción en masa.

Iba a llamar a Elliot para que el revisara qué más se podría hacer con Hayato acerca de sus heridas, seguramente Elliot le daría una medicina que lo haría sentirse mucho mejor.

Lo busqué por todas partes, y lo encontré con Stelle en el almacén de comida, acomodando las nuevas cosas que habían traído el día de ayer.

—Elliot —lo nombré—. El chico de la enfermería de ayer necesita que lo vayas a revisar.

Dejó lo que estaba haciendo, y al instante fue conmigo hacia le enfermería, donde le haría un chequeo a Hayato ahora que estaba despierto y en un mejor estado a comparación de ayer.

En el camino Cislo me detuvo, diciéndome que me necesitaban en la oficina de Norman, y estuve a punto de negarme a ir por lo que había sucedido en la mañana, pero era algo de trabajo y no iba a negarme a ayudar a los demás.

—De acuerdo —le dije a Cislo—, vamos.

Subimos los enormes escalones que llevaban a aquel lugar, y me sorprendía que el no estuviera cansado de subir tantas, seguramente Cislo ya había agarrado condición para hacerlo.

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⏰ Última actualización: Aug 23 ⏰

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❛ TRABAJAR JUNTOS ❜  |  Norman The Promised NeverlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora