13.- MILE

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-¿Alfa y Omega? -

Pregunta Apo mirándome con sus ojitos brillosos.

Mi lobo eleva las orejas de solo verlo mientras mueve la cola desesperado.

-Mi Alfa necesita a tu Omega. -

Digo aun aferrado a la idea de que quizás sea posible que él entienda que lo necesitado que estamos el uno del otro en este momento.

Annakin no me ha dejado en paz ni un día.

Aun teniendo el nido en casa, Él ya no se siente feliz con ello.

Ahora anhela desesperadamente el dulce aroma del Omega de Porsche.

Incluso puedo sentir con más fuerza su dolor y cada aullido que lanza por las noches.

De solo saber que el Omega no lo quiere cerca; Que a pesar de que lo desea Apo se niega a ello totalmente.

-Pero mi Omega no necesita un Alfa. -

Dice y Annakin lloriquea en mi interior al escucharlo.

- Nosotros estamos en esto solo porque usted necesita mi ayuda, No porque yo quiera. -

-Y lo sé, Pero también sé que tu Omega necesita a mi Alfa. -

-Puedo darme cuenta de cómo me jala a él, de cómo lo mira. -

- Apo, yo sé que estas enojado conmigo, Pero en serio te necesito. -

-Annakin lo necesita. -

-Se llama Porsche, Annakin. -

Dice bajando la mirada a la carpeta sobre el escritorio con las mejillas rojas por la vergüenza.

-Es gris y muy juguetón. -

-Adora el frío y el aroma tan bonito que desprendes. -

Mi interior se remueve y se sacude al escucharlo; Pero aun así detengo todos mis movimientos para no asustar al lindo Omega frente a mí.

Solo dejo que la felicidad que invade
mi cuerpo se liberé en su totalidad haciendo sonreír a Apo y a su lobo.

Y es que, hasta yo sé que estoy mal por haber hecho todo a la prisa.

Pero en mi defensa los verdaderos culpables son eso hombres de la junta directiva.

Los odios.

Igual y ya qué más da ahora.

Apo ha dejado que su Omega está cerca de mi Alfa y eso me calma.

Bastante.

-¿Puedo...? -

Me mira con sus ojitos volviéndose grises, dándome a entender que Porsche es quien está ahora frente
a mí.

Un lindo chico con orejas grises alzadas con cabello del mismo color.

- ¿Puedes abrazarme, Annakin? -

Mi lobo no necesita mucho realmente para levantarse e ir directo a él.

Como si fuese un cachorro.

Los bracitos de Apo rodean mi cuerpo y su encantador aroma a cerezas negras, brownies y chocolate llega a mi nariz.

La mezcla de esos aromas altera mi sentido de sensatez y buen juicio.

Ahora solo quiero abrazarlo, Dejar mi aroma en él para que todos vean que es mío.

Así como también quiero su aroma en mí.

Como justo lo hasta haciendo.

Restregando su mejilla en mi pecho con parsimonia y sin dejar de sonreír en lo absoluto.

-¿Annakin va a cuidarme bien? -

Pregunta mirándome con sus ojos brillantes.

-Sí, Porsche. -

-Voy a cuidarte muy bien, Pequeño cachorro. -

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