Capitulo 26."¡Bienvenidos a la fiesta!"

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Mike:

-No, no puedes ir a la fiesta.

-¿Por qué?

-Porque es para estudiantes, Milly, no para niñas pequeñas como tú.

Milly frunció el ceño y clavó su tenedor con rabia, su desayuno estaba muy rico, pero ella por alguna razón trataba al huevo como si fuera el ojo de alguien.

-Deja de jugar con la comida.—. Escuchamos la voz de mamá provenir desde arriba.

Todo esto había sucedido solo porque no quería llevar a Milly en la fiesta de pre-bienvenida, ¿para qué querría ir? no había nadie que ella conociera, exceptuando a mis amigos.

-Solo soy un año menor que tú.

- Sorprendentemente sí, ¿por qué quieres ir a la fiesta?

-¿Si te digo la verdadera razón, vas a molestarte?—. Negué con la cabeza.—. Está bien... quiero ir para ver a mi príncipe azul.

-¿Qué?

-¡Te estás enojando!—, señaló mi cara, asustada.—. ¡Me prometiste que no te ibas a enojar!

-No estoy enojado.

-¿Seguro?

-Sí, Milly, no estoy enojado.

-¿Entonces por qué me miras cómo si quisieras estrangularle la garganta a alguien?

Solté un suspiro profundo a la vez que cerraba los ojos. No estaba enojado, pero sí estaba molesto. Si mi memoria no me fallaba, la persona que ella catalogaba como "su príncipe azul" era Daemon.

Me recliné más en la silla y la miré, largamente. Dejé mi desayuno de huevos con espinacas y mi jugo de naranja solo para ver a Milly. Ella me devolvió la mirada, determinada con su decisión de querer ir.

-Ya sabes lo que me pasó con Daemon, yo no voy para verlo a él.—, dije, con la voz más calmada y serena que tenía.— Y tú tampoco deberías de ir para verlo a él, ni te conoce.

Milly frunció el ceño, ofendida.

-Si según tú, no me conoce, ¿por qué entonces me manda mensajes preguntando por mí?—. Agarró el celular que estaba al borde de la mesa y lo encendió, enseñándome la conversación.

Un nuevo parpadeo y un movimiento rápido bastó para agarrar el celular de Milly, el cuál, lo tenía en su mano. Ella chilló enojada y quiso arrebatarlo, pero yo ahora era más rápido que ella desde que entendí, que si no practicaba mi resistencia me encontraría en situaciones similares como el día que esos perros me persiguieron hasta la preparatoria.

-¡Homelds, devuélveme mi celular!

Ambos nos habíamos levantado de la mesa y ahora, ella me perseguía por toda la sala de estar. Mientras tanto, yo empecé a deslizar mi dedo hasta el inicio de las conversaciones para saber sobre qué exactamente hablaban estos dos. ¿Qué tenía que estar hablando Daemon con una niña de quince años, próximamente dieciséis?

-¡Deja de leer!

Tomé una desicion apresurada al verla acercarse cada vez más a mí, subí por todas las escaleras hasta llegar al segundo piso. Escuchaba la voz de mamá a la izquierda, en la habitación de Milly acomodando algo, mi única opción fue meterme rápido a mi habitación, que se encontraba en el ala derecho.

-¡Si te metes en tu habitación, Homelds, te juro que dejaré de botar la basura por ti!

Efectivamente, no le hice caso y me encerré en la habitación. Antes de poner el seguro, lo último que ví fueron sus ojos marrones mirarme con indignación y rabia.

All i did is for you (Chicoxchico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora