Capitulo 15."Kinder"

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Mike:

-Solo necesitas tomarte estas pastillas por lo menos dos veces al día para el dolor y ya estarás como nuevo.

-Muchas gracias, doctora.—Le sonreí. Nos encontrábamos en la enfermería de la preparatoria. Daemon estaba sentado en una silla mientras se frotaba un algodón con alcohol en la herida, al parecer el golpe que le di no fue lo suficientemente fuerte para romperle la nariz, pero sí para dejarlo varios días con dolor.— Y lo vuelvo a decir, perdón por la interrupción tan repentina. Usted se encontraba en su hora de descanso.

-No importa, niño. Lo que sea por personas tan educadas cómo tú.—Me sonrío pero su mirada se dirigió hacia dónde se encontraba Daemon, que no nos ponía la mínima atención.— Aunque se me hace muy raro tu historia de cómo sucedió el golpe, una silla no es capaz de solo golpear la nariz, en este caso tendría varios moretones o por lo menos, no se hubiera golpeado tan fuerte, no es normal.

-Es que... fue una silla traída de un kinder, estábamos en una clase práctica.—Casi al instante, recordé la conversación de hace rato que habían tenido esos sujetos de encontrarse enfrente del kinder. Me puse nervioso y todos lo notaron—.

¿Enserio se encontrarán allá? ¿Y por qué precisamente en el Kinder Bongik, uno de los lugares más especiales para mí de toda mi vida? ¿No podían ser unos delicuentes normales y encontrarse en un restaurante, o en un callejón?

-Mike, vamos afuera. Quiero respirar.—Me habló Daemon mientras se levantaba de forma abrupta y se acercaba hacía mi.—Doctora, nos tenemos que ir.

-Claro chicos, procuren tener mucho cuidado la próxima vez.—Nos despidió con la mano mientras salíamos de la puerta, pero casi al final pude escuchar un;—¡Cuida a tu novio, niño!

Hice como que no la escuché, no quería lidiar con eso ahora mismo. Fuimos al patio trasero de la preparatoria, el mismo lugar donde habíamos visto la película del rey león. A pesar de que fuí prácticamente obligado a verla, me fue inevitable sonreír.

-Bien, suéltalo. ¿Qué te traes?—Daemon me miró profundamente, sus ojos estaban observando con mucho cuidado mi rostro.—¿Cómo has estado desde que pasó lo que pasó?

Sus ojos azules mirándome con intensidad me ponen nervioso en cuestión de segundos. Aún así, me fue difícil no ignorar la paciencia y la calidez con la que me estaba empezando a hablar, le agradecí mentalmente.

Además no podemos ignorar el hecho de que le dejé un pequeño hematoma en la nariz, no era grave y se quitaría pasando los días pero fue inevitable que me sintiera culpable ante la imagen de dañar su perfecto, delineado y pulcro rostro.

Bueno, sigamos con la conversación.

-Estoy bien. No te preocupes, ¿Y tu hermano qué tal?—Intenté sonreír para que viera que no tenía nada, pero no me creyó.—Solo estoy algo preocupado...

-¿Preocupado? ¿De qué?—Inmediatamente me dí cuenta de mi error, tragué seco y desvíe la mirada.—Mi hermano está bien, se preocupó por ti al igual que todos. Yo te llevé a tu casa, Michael tuvo que llamar a tu madre desde el celular para preguntarle dónde vivías. Pero cambiando de tema ya dime, ¿Que te sucede?

-Antes que nada, gracias por lo de ese día y también gracias a Michael, y segundo, creo que hay unos... narcos en la escuela.—Muy bien, lo solté. Se lo acabo de confesar a Daemon, ¿Qué puede salir mal?—Los escuché hoy en una habitación oculta, mencionaron el nombre de Johan y algo sobre encontrarse en un kinder.

Realmente no sabía con exactitud qué era lo que yo había presenciado en ese salón, no tenía muchas palabras para explicarlo pero en el fondo, deseaba estar equivocado y que todo hubiera sido un error mío. Aunque, la mención del nombre de Johan me inquietaba bastante.

All i did is for you (Chicoxchico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora