All i did is for you (Chicoxchico)

Capitulo 5."Detención"

Mike:

La chica que ví en la cafetería era una compañera de mi clase de psicología, según lo que oí, ella tenía raíces latinoamericanas. Al parecer este cafetín era popular ya que todos los de la preparatoria venían aquí, honestamente, el café de la preparatoria sabía horrible. Debe de ser esa una de las razones por las que observé a mi profesora de Estadísticas comprando una dona bañada de chocolate.

Me acerqué a la chica con una sonrisa amable, seguramente era terrible ser de otro país y no tener amigos.

-¡Hola! Soy Mike, estás en mi clase de psicología.—. Me presenté, implorando a todos los dioses que se me vinieron a la mente al instante que ella no fuera igual que Daemon.—¿Me has visto?

Ella levantó un poco la cabeza para poder verme mejor y me devolvió la sonrisa enseguida.

-Ah sí, soy Selma. Un gusto conocerte.

Tenía un acento peculiar, era algo nuevo, algo que jamás había escuchado pero se sentía como una caricia para los oídos. Su voz era suave, pero no tan suave como la de Ambar, era más grave pero a la vez no tanto, su voz tenía un tono un poco seductor a lo cual cualquier persona pensaría que te está coqueteando pero no; era algo a causa del timbre de su voz.

Sin borrar la sonrisa de su rostro, me ofreció sentarme con ella. Hoy no tenía clases hasta las nueve y ahora eran apenas las siete, tenía tiempo.

Selma empezó a contarme todo sobre ella, de dónde venía, cómo era la cultura. Cosas triviales. Era una chica verdaderamente hermosa, su cabello negro corto, su piel ligeramente bronceada, su maquillaje bien hecho y muy natural, sus ojos de color café oscuro que me recordaban a una mañana tranquila desayunando en familia.

- Entonces sí, Venezuela es un país muy hermoso algún día te llevaré para que lo conozcas—. Afirmó muy convencida—. Ahora cuéntame algo de tí, ¿cuál es tu comida favorita?

Selma y yo estuvimos charlando durante mucho tiempo, charlar con ella era agradable, tenía una vibra muy buena, lo sentía.

-Oh, ya falta poco para que sean las nueve, creo que deberíamos irnos a clases.—. Sugirió mientras yo miraba cómo dejaba propina en la mesa. Quise negarme y poner la propina yo, pero ella me dió una mirada suave de advertencia, así que suspiré y asentí.

-¿Qué clase te toca ahora mismo?

- Voy a Español, aunque no sé por qué iré a Español si ya sé hablarlo.

- A ver, dime algo en español.

Ella sonrió desafiante y se lamió los labios para luego pronunciar:

<Te pareces a uno de esos Ositos Bimbos de pan>

La miré confundido, lo único que esperaba es que no me haya insultado, aunque la forma en la que me vió con sus ojos cafés no me dió mucha confianza.

-¿Qué fue eso?—. Reí, a pesar de que no había entendido nada de lo que ella había dicho.—. ¿Me has insultado?

-Nop. Dije que me gustaba el tomate—. Al parecer, la mirada que le dí le dió a entender que no le creía—. Te lo juro.

Ambos reímos mientras nos íbamos juntos a la preparatoria.

♡♡

Cuando llegamos al salón para mí mala suerte (o buena) esta vez Zoé estaba en la misma clase que Selma y yo, ambas tuvieron un click inmediato porque se la pasaron toda la clase hablando.

Sin que pudiera controlarme, mis ojos divagaron en todos los estudiantes para luego ir hacia atrás, al final de la fila. Daemon no estaba aquí.