Capitulo 28. "El momento más esperado."

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Mike:

Sábado, 02 de octubre del 2022.

El sábado llegó antes de lo que esperaba, y con él, el cumpleaños de Milly. Había pasado la semana intentando mentalizarme para el evento, pero las ganas de encerrarme en mi habitación y desaparecer seguían siendo igual de tentadoras.

No soy de los que disfrutan las fiestas. Nunca lo he sido. Me abruman las multitudes, el ruido, las conversaciones forzadas. Pero, por alguna razón del universo, terminé siendo el hermano de una de las chicas más sociables de la ciudad. A donde fuera, alguien conocía a Milly. Y en los últimos días, no dejaba de toparme con personas que yo no conocía de nada preguntándome si la fiesta seguía siendo el sábado o si había habido algún cambio de planes.

Esa mañana, cuando bajé a la cocina, encontré a mamá preparando lo que parecía ser una montaña de comida. El aroma a pastel inundaba la casa y Milly, como era de esperarse, ya estaba nerviosa y exaltada al mismo tiempo.

-¡Por fin despiertas! —, me dijo, con una sonrisa enorme en la cara. Su energía siempre era contagiosa, aunque en días como este me costaba seguirle el ritmo. —. No me digas que te vas a esconder todo el día.

-Buenos días a tí también, Mil. Y todavía estoy considerando la idea de encerrarme. —. Respondí, estirándome mientras apoyaba casi todo mi cuerpo en una de las paredes  de la cocina.

Milly rodó los ojos y me dió un golpecito en el brazo. Estaba claro que para ella esta fiesta era importante. Y aunque me abruma la idea de tanta gente, sabía que no podía decepcionarla.

-Relájate, Mike. Solo es una fiesta. La mayoría son mis amigos, no los tuyos. Nadie te va a molestar —. Dijo, entre risas. —. Además, tienes que estar presente para hacer de guardián.

-¿Qué? ¿Guardián? ¿De quién?

-De mí, obvio. ¿Quién más? —, rió, como si fuera lo más obvio del mundo.—. Eres mi hermano mayor, tú trabajo es protegerme de que no cometa alguna estupidez ni nada por el estilo.

Mamá rió ante el supuesto argumento de Milly. Me sorprendió que no le regañó por decir una grosería cuando normalmente lo hacía. Seguramente se debía a que era su cumpleaños y por ende, se lo dejó pasar.

Antes de que pudiera contestar, el sonido de mi teléfono me interrumpió. Lo saqué del bolsillo y ví que era un mensaje de Daemon.

"¿Listo para la batalla?"

Solté una risa seca. En estos últimos días Dae había sido una gran ayuda hacia mí, después de aquel martes que se apareció a mi casa, decidí ir al día siguiente a clases.

Todos se portaron de una forma tan amable y linda. Agradecí de que nadie hizo comentarios al respecto acerca de lo que pasó entre Johan y yo.

Zoé no llegó en toda la semana, por mi culpa seguramente. Aunque ayer, cuando el sol empezaba a desaparecer por el horizonte, me escribió avisándome de que llegaría a la fiesta de Milly.

Johan intentó hablar de una y mil formas conmigo, la verdad me sentía muy nervioso así que no tuve más remedio que decirle que hablaríamos hoy, en la fiesta o cuando yo me sienta preparado. Él entendió y antes de irse, me sonrió.

Me puse al día con los trabajos pendientes, aunque sentí mucho malestar al descubrir que Ámbar tampoco se había pronunciado en toda la semana a ninguna clase. Eso ya empezaba a verse de una manera extraña, e incluso muchas veces llegué a tener pensamientos... nada felices sobre su repentina desaparición.

Para no pensar en Ámbar, Zoé ni Johan, todos mis pensamientos los trataba de desviar hacia algo, cualquier cosa. En estos últimos días había podido pensar en la fiesta de Milly, en los trabajos que tenía pendientes y en lo que haría después de la universidad. Cosas de estudiantes que están en su último año, lo normal.

All i did is for you (Chicoxchico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora