Descubriendo a Kiara

Una Voz Inesperada

El aula estalló en aplausos cuando el profesor terminó de anunciar las calificaciones. Mateo, Carlos y Daniel se miraron con una mezcla de alivio y orgullo: habían obtenido la nota más alta de la clase por su proyecto.

"¡Esto merece una celebración!" exclamó Mateo, emocionado. "¿Qué les parece si salimos este viernes?"

Daniel negó con la cabeza, sonriendo. "Lo siento, chicos. Es mi aniversario con Laura. Ya tenemos planes."

Mateo miró expectante a Carlos, quien parecía incómodo. "Yo... tampoco puedo el viernes. Tengo un compromiso familiar."

Aunque un poco decepcionado, Mateo lo entendió. "No hay problema. Ya encontraremos otro momento para festejarlo."

El viernes por la tarde, Mateo se encontraba en su habitación, repasando apuntes de un curso particularmente complicado. Frustrado por no entender un concepto, decidió llamar a Carlos para pedirle ayuda.

Para su sorpresa, no fue la voz de Carlos la que respondió.

"¿Hola?" Una voz femenina, suave y melodiosa, llegó a través del teléfono.

Mateo titubeó por un momento. "Eh... ¿Está Carlos?"

La chica rió levemente. "Carlos salió a hacer unas compras y olvidó su teléfono. Soy Kiara, su hermana. ¿Tú eres...?"

"Mateo," respondió él, recordando la mención de la hermana gemela. "Soy compañero de Carlos en el instituto."

Lo que comenzó como una llamada para aclarar dudas se convirtió en una conversación que se extendió por más de una hora. Kiara resultó ser una interlocutora fascinante. Le contó que estudiaba diseño de modas, y Mateo se encontró completamente absorto escuchándola hablar sobre sus proyectos y aspiraciones.

"¿Sabes? Comparto el amor de Carlos por el anime," dijo Kiara en un momento. "Aunque yo soy más de Sailor Moon. De hecho, estoy planeando ir a un evento de cosplay pronto."

Mateo se sorprendió a sí mismo imaginando a Kiara en un traje de Sailor Moon, y sintió que se ruborizaba. "Eso suena genial. Me encantaría ver fotos de tu cosplay."

Hablaron de películas románticas (las favoritas de Kiara), de sus experiencias en sus respectivas carreras, e incluso bromearon sobre las peculiaridades de Carlos. Mateo se encontró riendo más de lo que lo había hecho en mucho tiempo.

De repente, Kiara hizo una pausa. "Oh, parece que Carlos está llegando," dijo, con un tono que Mateo no pudo descifrar si era de alivio o decepción. "Ha sido realmente agradable hablar contigo, Mateo."

"Igualmente," respondió Mateo, sorprendido por lo rápido que había pasado el tiempo.

"Oye, ¿te gustaría que intercambiemos números?" preguntó Kiara, con una nota de timidez en su voz. "Por si quieres hablar de nuevo... o necesitas más ayuda con tus estudios."

Mateo sintió un cosquilleo de emoción. "¡Claro que sí!"

Después de intercambiar números, se despidieron. Mateo se quedó mirando su teléfono, una sonrisa involuntaria en su rostro. La voz de Kiara, su risa, su pasión por la moda y el anime... todo quedó grabado en su mente.

Se recostó en su cama, olvidando por completo sus apuntes. No podía dejar de pensar en Kiara, en lo fácil que había sido hablar con ella, en lo mucho que quería conocerla en persona.

"Tengo que verla," murmuró para sí mismo, imaginando cómo sería Kiara. ¿Se parecería mucho a Carlos? ¿Tendría los mismos ojos expresivos, la misma sonrisa tímida?

Mientras cerraba los ojos, Mateo se dio cuenta de que, por primera vez desde que comenzó en el instituto, sus pensamientos no estaban ocupados por proyectos o tareas. En su lugar, una voz dulce y una risa melodiosa llenaban su mente, prometiendo nuevas y emocionantes posibilidades.