Mateo está ilusionado con la hermana gemela de Carlos, amigo del instituto donde estudia, pero hay algo que le está llamando la atención, nunca los ha visto juntos.... ¿Qué está sucediento?
El aroma a palomitas de maíz recién hechas llenaba el aire mientras Carlos, como Kiara, y Mateo se acercaban a la taquilla del cine. El bullicio de la gente alrededor creaba un ambiente de anticipación y emoción.
"Dos entradas para 'Sombras del Abismo', por favor," pidió Mateo, sacando su billetera. Kiara hizo un ademán de pagar su parte, pero Mateo negó con la cabeza, sonriendo. "Esta vez invito yo. Considéralo una compensación por el improvisado show infantil."
Kiara sintió un cosquilleo en el estómago ante la sonrisa de Mateo. "Está bien, pero la próxima vez me toca a mí," respondió, devolviéndole la sonrisa.
Con las entradas en mano, se dirigieron al puesto de snacks. "¿Compartimos unas palomitas grandes?" preguntó Mateo.
"Perfecto," asintió Kiara. "Y una soda grande también, ¿te parece?"
Mientras esperaban en la fila, Kiara sintió que la ansiedad comenzaba a crecer en su interior. Sabía que tenía que decirle la verdad a Mateo, pero el miedo a su reacción la aterraba.
Con las palomitas y la bebida en mano, se dirigieron hacia la sala de cine. Justo antes de entrar, Kiara se detuvo, tomando una profunda respiración.
"Mateo," dijo, su voz temblando ligeramente, "hay algo importante que necesito decirte."
Mateo la miró, una mezcla de curiosidad y algo más profundo en sus ojos. "Qué coincidencia," respondió, "yo también tengo algo importante que decirte."
Por un momento, el tiempo pareció detenerse. Kiara sintió que su corazón latía con fuerza, preguntándose si Mateo ya lo sabía todo, si estaba a punto de confrontarla.
Pero entonces, Mateo sonrió suavemente. "¿Qué te parece si primero disfrutamos la película? Después tendremos tiempo para hablar de todo lo que necesitemos."
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Kiara asintió, sintiendo una mezcla de alivio y anticipación. "De acuerdo," dijo, esbozando una sonrisa temblorosa.
Entraron en la oscuridad de la sala, encontrando sus asientos justo cuando comenzaban los trailers. A medida que la película avanzaba, la tensión en la sala aumentaba. 'Sombras del Abismo' resultó ser más aterradora de lo que ambos habían anticipado.
En una escena particularmente intensa, Kiara saltó en su asiento, ahogando un grito. Sin pensarlo, Mateo extendió su mano, entrelazando sus dedos con los de ella. El contacto fue eléctrico, enviando una oleada de calor a través del brazo de Kiara.
No era la primera vez que se tomaban de las manos; lo habían hecho antes, durante el incidente del ascensor. Pero esta vez era diferente. No era un gesto de consuelo o apoyo, sino algo más profundo, más íntimo.
Kiara miró de reojo a Mateo, notando cómo la luz de la pantalla iluminaba su perfil. Él le devolvió la mirada, ofreciéndole una sonrisa tranquilizadora. En ese momento, Kiara sintió que todo su mundo se reducía a ese punto de contacto entre sus manos.
