For you: Viviendo en tu pasado ||En Edición||

XVIII

Consecuencias de tus actos. Capítulo XVIII Final 2/3

Los paramédicos corrían por el pasillo del hospital llevando consigo la camilla donde Darío luchaba por su vida, cuando los paramédicos llegaron los chicos apenas lograron mantener la hemorragia estable, pero la pérdida de sangre fue el peor problema.

Por suerte los médicos estaban listos para recibirlo.

—Paciente masculino, veintidós años, herida de bala en el hombro izquierdo cerca del corazón ha perdido mucha sangre según las declaraciones.

Mientras los médicos se acercaban a la camilla, Lumiel no sé apartaba de su lado sosteniendo su mano, él no quería dejarlo solo.

—¡Paciente en estado crítico! —informó—. ¡Preparen quirófano, es un código rojo!

—¡Necesitamos diez unidades de sangre B positivo! —índico la enfermera.

—Yo soy compatible con él —respondió Lumiel al instante—, daré toda la sangre que sea posible para salvarlo.

—¿Qué tipo de relación tienes con él? —preguntó.

—Es mi novio —respondió sin titubear.

Los médicos observaron cuidadosamente a Lumiel, él solo se limitó a ignorarlos mientras escuchaba a sus espaldas los susurros de disgusto por ellos mismos. Solo una enfermera se acercó a él sin juzgarlo y le pidió acompañarla para donar la sangre que necesitaban.

Darío entreabrió sus ojos para ver a Lumiel que estaba a su lado, pronto el sonar del oxímetro indicando que los latidos del corazón bajaban resonó en sus tímpanos causándole un escalofrío en todo su cuerpo, Lumiel sintió terror ese sonido era irreconocible y el desespero lo invadió.

—¡Darío, no, no Darío! —puso sus manos en su pecho tratando de hacer RCP—. Keishi que sucede, por favor no te rindas.

—Suzuki-san —la enfermera lo tomó por sus hombros.

Haciendo que Lumiel se echará para atrás y los médicos se llevarán la camilla en dirección a quirófano.

—I'm sorry (Lo siento)

Lumiel siquiera intentó responderle, su ropa se había manchado por completo de la sangre de Darío, su rostro estaba sin ninguna expresión y solo se quedó parado fuera del quirófano.

¿Qué sucederá sí él muere?, ¿Qué será de mí?

Su miedo era su peor enemigo, no podía creer que hacía tan poco Darío le había jurado estar con él sin importar nada y ahora él estaba luchando por su vida en el quirófano. La enfermera sacó cada unidad de sangre necesaria de sus venas, Lumiel solo se mantuvo en silencio durante todo el proceso, al solo salir de nuevo a la sala de espera llevaba su brazo vendado justo del lugar donde habían sacado la sangre, levantó su mirar para encontrarse con Keyla, Scarlette y Jacob que rápidamente se acercaron a él preguntando como se encontraba él.

—El oxímetro... —murmuró.

Keyla se paralizó por completo, negaba una y otra vez suplicando que lo que decía fuera mentira.

—Debe ser un error... —dijo antes que sus ojos se llenarán de lágrimas—, tiene que ser un error, ¡Darío nunca se rendiría así de fácil!

—He donado aproximadamente diez unidades de sangre para él.

Todos se quedaron en silencio, Keyla comenzó a llorar cubriendo sus ojos con su antebrazo, Scarlette no podía creerlo que la pérdida de sangre haya sido nefasta.

—Él joven Wilde estará bien —alentó—, no podemos estar así, debemos ser fuertes.

—¡Es mi mejor amigo! —gritó.