Kamil
Mi vida no ha sido perfecta pero tampoco del todo mala, he tenido complicaciones y he cometido errores como cualquier persona, pero supe reponerlos y salir adelante.
-Repiteme nuevamente cuando te casarás y por qué.
-Me casaré en tres meses y porque amo a Roman, aunque eso te moleste.
-Ush, es que de todas las personas en el mundo, en serio ¿Por qué él?
-Aun no entiendo el porque lo odias tanto, no te ha hecho nada malo-dije mirándola por el espejo mientras terminaba de maquillarme.
-Él no es bueno para tí, hay algo de él que está mal, y creeme cuando te digo que no te conviene.
-Lo que necesitaría y sería bueno para mí es tener una gran noche junto a mi mejor amiga y mis amigos sin escucharte hablar mal de mi prometido.
La escucho refutar y yo niego con la cabeza terminando de dar los últimos retoques para girarme y mirarla.
-Vamos Nami, déjalo estar, quieras o no será mi esposo, tienes que aprender a convivir con él.
-Lo único que obtendrá de mi parte es un sartenazo por tenerte tan cegada y estúpida, lo tienes en un pedestal cuando no se merece eso.
-Bueno ya basta, mejor bajemos, Rebecca nos está esperando y se pone insoportable cuando la hacemos esperar.
No muy contenta por mis palabras ella asiente tomando su cartera para salir de mi habitación.
Nami es mi mejor amiga desde la infancia, es delgada, su piel es súper blanca como la leche, sus ojos son de color miel, y su cabello es rubio. Muy atractiva para muchos e incluso para mí, y no puedo estar que más orgullosa de ella, aunque sus comentarios hacia Roman no me gusten, la quiero.
-Hasta que por fin, la próxima que te demores en arreglarte, aprovecharé cuando estés durmiendo para cortar tu cabello.-Me reclama mi hermana una vez llegamos al primer piso.
-Atrevete a hacer eso y te quito los ojos-la miro mal.
-¿En serio piensas salir así?-llega mi hermano Matt desaprobando mi vestimenta.
-Si.
-Pues no lo harás, anda a cambiarte y ponte algo que tape más tus piernas.
-Te jodes porque no lo haré.-Le saco la lengua.
El me mira indignado mirando a nuestro padre en busca de apoyo.
-Papá dile algo.
-Tu hermana ya es bastante mayor para saber cómo vestirse, además se ve hermosa.-le respondió papá y yo sonreí por su respuesta.
-A Roman no le gustará.-vuelve a hablar mi hermano.
-A él no tiene porqué gustarle o no, más bien debe sentirse afortunado por tener a mi hija como su prometida-entra mi madre a la pequeña discusión y yo solo río divertida, despidiéndome de ellos antes de salir.
Nami es quien conducirá, mi hermana se sentó a su lado y yo en los asientos de atrás.
Cuando el auto estuvo en marcha mi hermana y Nami se pusieron a conversar, a lo cual no preste mucha atención y solo me dispuse a mirar por la ventana.
Aún no podía creer que me casaré en tres meses, estoy emocionada, nerviosa pero también tengo algo de miedo.
Casarme con Roman es un paso muy grande y después de dos años de relación nos casaremos.
Roman llegó en un momento de mi vida que sentía que no podía volver a confiar en alguien cuando de amor se tratara, me hizo sentir demasiadas cosas en tan solo pocos meses, me devolvió esa esperanza de volver a amar a alguien, y estoy más que segura que tomé la decisión correcta al aceptar casarme con él.
-¿Kamil?
-¿Mmm?
-No te lo mencioné antes pero invite a alguien más.-me dice mi mejor amiga mirándome por el espejo retrovisor.
-¿Alguien más? ¿A quién? ¿Debería preocuparme?
-No, lo conocerás cuando lleguemos.
Vi su sonrisa de picardía y supe al instante que se traía algo entre manos.
Y antes de que pudiera refutarle al respecto el auto se detiene, miró por la ventana y me doy cuenta de que ya llegamos al Club Fugazi.
Las tres nos bajamos del auto y vimos a los chicos justo en la entrada, después de saludarlos a todos decidimos entrar.
Encontrándonos con muchas personas, el bar estaba lleno, nos encaminamos a la zona VIP subiendo las escaleras al segundo piso donde se encontraban las mesas, y podías ver la pista de baile desde arriba.
Nami nos lleva a una de las mesas donde se encuentra un chico.
-Chicos, él es Adrián Evans, Adri ellos son mis amigos, Rebecca, Klaus, Cassie, Lukas y Kamil.
Nos presenta a cada uno señalandonos pero yo solo pude quedarme mirándolo como una estúpida, nuestros ojos se encuentran haciendo contacto visual, quedándonos así por unos segundos hasta que escucho nuevamente mi nombre.
-Kamil, ven y acaba de sentarte.
-Ah...si.
Aún podía sentir su mirada sobre mí y como si no fuera poco Nami se sienta al lado de Klaus que es donde iba a sentarme, ella me señala el asiento que queda libre que es al lado de Adrián, y sintiendome estúpidamente nerviosa me senté a su lado.
Cuando volví a mirarlo pude detallarlo con más detenimiento, sus ojos eran de un marrón claro, su cabello era un poco largo de color negro, tenía la mandíbula marcada y vestía completo de negro, viéndose completamente sexy.
Adrián es que hasta su nombre es sexy.
-¿Quieres un trago?-me habla por primera vez y sintiendo que me derretía en ese momento asentí.
Él le hizo señas a no sé quién y en menos de un minuto ya nos habían traído los tragos a la mesa, yo tomé el mío, tomandomelo todo de un solo.
-Hey hey despacio nena que eso no es agua.-me habla Cassie.
Sonreí leve como respuesta y desvíe mi mirada hacia Nami quien solo me miraba divertida porque sabía cómo me encontraba en estos momentos.
-Y Adrián ¿Cierto?-pregunta Lukas llamando la atención del chico a mi lado.
-Si, el mismo.
-¿Eres el novio de Nami?
Mi mejor amiga le da un golpe al escuchar la pregunta.
-Yo soy un alma libre menso, ese patán de ahí es solo mi amigo, está muy feo para mí gusto.
Feo para mí no está, lo contrario está muy guapo.
Ash, calma Kamil, deja de pensar así, tienes novio recuerda, y te casarás en tres meses, si eso.
-No, no soy el novio de Nami-lo escucho decir riendo.-Como dijo solo somos amigos, nos conocimos hace menos de un año, pero nos llevamos muy bien desde entonces.
-Ahora ya dejen el cuestionario y vamos a beber, después se conocen mejor.-los detiene Nami.
No he hablado desde que llegué, pero me levanto enseguida cuando a mis oídos llega mi canción favorita, Cassie, Nami, Rebecca y yo nos miramos y reimos para después ir a la pista de baile.
Robándonos la atención de todos enseguida cuando empezamos a bailar.
Y podía aún sentir su mirada en mí, sonreí para mis adentros, bailando con más soltura y sensualidad, pasando mis manos por mi cuerpo y después levantarlas lentamente, repitiendo el mismo patrón.
Hoy, será una noche muy divertida.
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Más Fuerte (Borrador)
Teen FictionLa vida no siempre va a ser como uno quiere, no siempre es perfecta, tiene sus altos y bajos, y muchas complicaciones y problemas, tal vez para bien o para mal, eso depende de las decisiones de cada persona. Después de que una persona tiene tantas d...