Capítulo 14

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Kamil.

Puedo sentir como mis latidos aumentan a medida que Adrián me sigue besando y yo por supuesto correspondo, dejándome llevar, es... familiar.

Me besa con una ternura pero con unas ganas a la misma vez que siento que si fuera por él, me devoraría con tan solo un beso.

Y pues yo no me opongo, me gustan sus labios, me gusta él, es tan solo él, no puedo creer que lo piense y lo acepte, pero es así.

Lo conocí hace poco y siento como si lo conociera de toda una vida, sus toques, su sonrisa, la manera en la que me conoce, sus besos, todo en él se me hace familiar y me encanta.

El lleva sus manos a mi cintura atrayendome a su cuerpo, pegandome mas a él, mientras que yo rodeo su cuello con mis brazos queriendo profundizar más el beso, queriendo más, mucho más de él, pero es una lastima que tuvieramos que separarnos por la falta de aire.

Abrí mis ojos viendo sus labios y después subí mi mirada a sus ojos, esos ojos...

Te encantan.

Si digo que no, sería mentir, porque es cierto, me encantan.

Puedo ver en sus ojos cierto miedo y quise decir algo al respecto pero al ver mis intenciones niega.

-No digas nada... por favor..-dijo en un susurro, nuestras respiraciones estaban agitadas por el reciente beso.

Lo noto nervioso, y aunque quisiera preguntarle, sé que solo lo pondría más nervioso de lo que ya está y realmente el único pensamiento que tengo ahora mismo, es volver a besarlo.

Anda, hazlo.

No lo sé.

Vamos, bésalo, te mueres por hacerlo, no pierdes nada con besarlo nuevamente.

Desvío mi mirada de sus ojos a sus labios y cuando tuve el atrevimiento de besarlo otra vez, de volver a sentir sus labios sobre los míos, suena mi celular, haciéndome volver a la realidad y separarme de Adrián con rapidez.

El lleva su mano derecha a su cabello nervioso despeinandolo en el proceso.

Yo solo saco mi celular de mi bolsillo de mis jeans viendo el remitente.

-Mierda...-susurre mirando la pantalla algo molesta pero asustada a la vez.

Él me mira espectante y por la mirada que le dedico sabe que ya debo irme, Adrián solo me mira entre triste y decepcionado.

-Vamos, te llevo.

Asentí sin emitir palabra alguna, y guarde mi celular no contestando la llamada de antes y decidí poner mi celular en silencio, no quiero que el ambiente se vuelva más incómodo.

Adrián camina delante de mí y yo solo lo sigo un poco cabizbaja y es cuando caigo en cuenta de lo que ha pasado.

He besado a Adrián.

Si y te encantó.

La verdad es que si, pero ahora me viene a la mente Roman, joder, no sé si sentirme culpable o frustrada por llamar en el peor momento.

Salimos del acuario y subimos a su auto, él comenzó a manejar enseguida, no me atrevía a hablar y muchos menos a mirarlo directamente así que solo lo miraba de reojo.

El camino a la casa de Roman se me hizo eterno y más porque Adrián en todo el trayecto no me dedicó ni siquiera una mirada, y solo hubo silencioso.

Maldito silencioso, estoy comenzando a odiarlo, estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta que ya habíamos llegado, miro a Adrián al instante que en seguida vuelve a mirar al volante como si fuera lo más interesante del mundo.

Más Fuerte (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora