Más Fuerte (Borrador)

Capítulo 6

Kamil

Mi hermana me había entregado cuatro de aquellas bolsas que había traído, dos siendo de pura ropa, una con una caja de zapatos y la última de accesorios y cosméticos.

Así que para esta noche que era la gran salida con los chicos decidiría ponerme lo que me dió Rebecca.

Así que después de ducharme me vesti con unos jeans ajustados a mi cuerpo, mis botas de tacón de color negro, un top y mi chaqueta del mismo color y la pequeña cartera que siempre llevaba, una de mis favoritas.

—¿Ya estás lista?—entró a mi habitación Nami quien había llegado unos minutos antes.

—Si, ya lo estoy.

—Uhh, buscas impresionar ¿eh? Estás bien guapa—ríe.

—No busco impresionar a nadie Nami—me miré en el espejo decidiendo no maquillarme, quería tener mi belleza natural.

—Tu misma te expones solita, yo no dije que quisieras impresionar a alguien.—abrí la boca viendo como se salía de mi habitación dándome cuenta que había caído en su trampa.—¡Vamos que los chicos ya están abajo!—la escuché decir desde el primer piso.

Suspiré un poco y salí de mi habitación, bajando las escaleras encaminandome a la entrada, despidiéndome de mis padres levemente para luego salir y verlos a todos al frente de una camioneta de color negro.

Llamo la atención de todos al instante pero en cambio la mía está en ese chico pelinegro alto que me recorría con la mirada y pude divisar una pequeña sonrisa en su rostro.

—Pero bien guapa que estás Kamil, ¿Y si dejas a Roman y decides casarte conmigo en vez de con él?—me habla Klaus.

—Por ti me olvido que soy hetero—dice Cassie sonriéndome con picardía.

—Dejen de decir babosadas.—todos rien con sus ocurrencias.

—Deberíamos irnos ya chicos.—decide hablar Adrián dando la vuelta al auto para subirse al asiento de piloto.

Todos asienten y se sientan en la parte de atrás dejándome a mí en el asiento de copiloto.

«Traidores» pensé.

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El camino fue muy divertido y el ambiente estaba muy animado, nos reímos de cada chiste que hacía Lukas, en cambio Klaus se la pasaba peleando con Nami y Rebecca haciendonos reir de igual manera.

Adrián estacionó el auto frente al local, los demás bajaron primero y Adrián y yo nos quedamos un momento adentro.

—Eres muy buen conductor.

—¿Que puedo decir? Soy un conductor prudente bonita.—dijo mirándome regalandome una sonrisa.

Sonreí por el termino, decidiendo bajar una vez antes de que mis mejillas me delaten. Él bajando a la par de mí.

Los chicos se habían adelantado y entraron primero, así que Adrián y yo entramos juntos.

—Tal vez debería advertirte de como juegan los chicos.—decidí romper el silencio entre nosotros.

—Claro, te escucho.

—Klaus, tiene la costumbre que después de las primeras tres rondas, quiere poner más interesante el juego.

—Dejame adivinar, ¿Apuestan o hacen retos?

—Bingo, ambos, y déjame decirte que nunca pierde.

—No hoy princesa, hoy seré yo quién gane.