Adrián.
Después de mucho tiempo, puedo decir con certeza que ahora estoy completo, aunque sea solamente por unos segundos, minutos u horas, y todo, es gracias a ella.
—Ya te dije que es sorpresa, y si te lo digo ya no sería una.—volvi a repetir lo mismo mientras caminaba con ella de la mano llevándola a cierto lugar que sé que le encantará.
—Es que no puedo evitar sentir curiosidad—suelta una risa suave y siento mi corazon latir con rapidez con tan solo oírla.
Quise responderle pero en ese momento justo, comenzó a llover con fuerza, yo como pude abrí el paraguas que llevaba en la otra mano para evitar mojarnos.
—No lo creo ¿desde hace cuanto tienes ese paraguas?—frunció un poco el ceño mirándome.
—Siempre lo he tenido pero no te diste cuenta.
—Increible.
—Aunque bueno, no puedo culparte por no haberte dado cuenta de eso.
—¿Así?
—Si, es que estabas tan ocupada admirando mi belleza.
Y otra vez ahí estaba, su risa, una hermosa melodía que me encantaría escuchar siempre.
«No puedes seguir amándola, no después de todo lo que pasó.»
Esas palabras nunca puedo quitarlas de mi mente y por más que trate, siguen presente.
—¿Sabes? Siento como si ya hubiese vivido este momento.—me dice mientras la termino de guiar doblando a mano derecha caminando por un pasillo largo y un poco estrecho.
—¿En serio?—se me hace un nudo en la garganta al escuchar sus palabras, quisiera poder contarle todo.
—Si, tal vez pienses que estoy loca pero desde que te conocí esa vez en el bar sentí un toque de familiaridad como si te conociera desde hace mucho, me siento cómoda junto a ti y eso que solo te conozco hace poco y...-
—Ya llegamos.—prefiero interrumpirla antes volver a escuchar esas palabras.
Ella asiente y busco en mi chaqueta las llaves, al encontrarlas introduje la correcta en la cerradura abriendo la puerta, me hice a un lado para que pasara y yo hacer lo mismo una vez que cerre el paraguas y volvi a cerrar la puerta cuando entramos.
—Vamos, aún falta subir a la última planta del edificio.
—Estoy realmente reconsiderando esto.—dice quejándose y yo no hago mas que negar y volver a tomar su mano para subir las escaleras para poder llegar al último piso.
Cuando llegamos ella me mira mal por todas las escaleras que le hice subir cuando había un ascensor.
—No lo había visto.—sonreí con inocencia y no le di tiempo a refutar cuando abro la puerta que está al frente de nosotros y ella se queda en silencio observando todo despacio mientras se adentra al lugar.
—Esto...
—Te dije que te gustaría.
Cerré la puerta cuando entré, el lugar era espacioso, una parte estaba llena de asientos que si presionas los botoncitos que están en el lado izquierdo se echan hacia atrás para tener mas comodidad de mirar hacia arriba.
En el otro lado había una gran alfombra demasiado cómoda con muchos cojines donde tenías la libertad de acostarte y mirar también hacia arriba.
El lugar tenía como techo la mitad de una esfera transparente que te dejaba ver con claridad hacia el cielo.
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Más Fuerte (Borrador)
Teen FictionLa vida no siempre va a ser como uno quiere, no siempre es perfecta, tiene sus altos y bajos, y muchas complicaciones y problemas, tal vez para bien o para mal, eso depende de las decisiones de cada persona. Después de que una persona tiene tantas d...