Capítulo 2

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Kamil

No sé cuánto tiempo llevo bailando, ni cuantas canciones he bailado sinceramente.

Sólo he querido disfrutar al máximo esta noche, cuando Roman regrese mañana de su viaje no podré salir de fiesta, no les gusta.

Sigo bailando y le quitó de nuevo a un chico que pasa por mi lado la bebida que tenía en su mano, lo llevo haciendo desde que empecé a bailar.

También perdí la cuenta con cuántas personas he bailado, lo cierto es que Nami se está ligando a un chico en la barra, y Cassie está bailando con Klaus.

Por parte de mi hermana no tengo ni la más mínima idea donde se metió, pero ahora es lo que menos me importa.

Vuelven a cambiar la canción siendo esta una más relajada y tranquila que las demás.

Me tomo la bebida que le había quitado antes al chico, haciendo una pequeña mueca, era vodka.

A estás alturas ya sentían demasiado calor, la temperatura habia subido aunque el local tenga aire acondicionado el calor ya podia sentirse.

Seguía bailando lentamente cuando siento unas manos en mi cintura, pero no me inmute, por alguna extraña razón la sensación me resultaba familiar.

Me di la vuelta quedando de frente al chico que resultó ser Adrián, en vez de hacer el ademán de apartarme no lo hice y solo coloque mis brazos al rededor de su cuello para seguir bailando, él siguiéndome el ritmo, baila muy bien.

-Eres muy buena bailando-dijo cuando se acercó a mi oído recitando esas palabras un poco altas para que pudiera escucharlas debido a la música.

-Era bailarina.-respondí simplemente alzando mis hombros restándole importancia.

No volvimos a pronunciar palabra alguna hasta que ambos nos cansamos, principalmente yo, llevaba horas bailando, decidimos subir de nuevo a la zona VIP con los demás.

A pesar de todos los tragos variados que he tomado me siento genial, tengo buena resistencia para el alcohol.

Adrián había tomado mi mano para ir hacia las escaleras que nos llevaba hasta el segundo piso, cuando nos encontramos en nuestra mesa correspondiente logré ver a mi hermana con un chico.

Solo negué con la cabeza cuando terminamos por acercarnos y nos sentamos, no es hasta minutos después que me doy cuenta que nuestras manos aún están entrelazadas.

Así que solté su mano con un poco de disimulo para agarrar uno de los tragos que estaban en la pequeña mesa.

Llevando el vaso a mis labios para beber un pequeño sorbo que por lo que supuse era whisky, desvíe mi mirada hacia mi hermana quien no perdia el tiempo y ya se andaba besuqueando con aquel chico que ni siquiera se de donde rayos salió.

Sentí mi celular vibrar en mi cartera, lo ignore al principio pero no dejaba de hacerlo en los próximos minutos, así que resignada deje el vaso en la mesa y saque mi celular, todo ante la atenta mirada de Adrián.

Cuando ví los 128 mensajes y 45 llamadas perdidas de Roman trague en seco, sentía los latidos de mi corazón en mi garganta, y como si fuera una mala pasada, sentí unas ganas inmensas de vomitar.

Mierda, esto solo significa una cosa y si es así estoy jodida.

-Mierda, mierda, mierda...-maldije muy nerviosa.

Guarde rápido el celular en mi cartera y me levanté como pude sintiendome mareada, y cuando tuve la sensación de que me caería alguien me sostuvo.

Mirando hacia a un lado pude divisar vagamente a Adrián.

Más Fuerte (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora