Confort - Richard Rios

01. Balonazo

Estaba esperando en el carro a que mi sobrino saliera para llevarlo a la casa de uno de sus compañeros de entreno que era su cumpleaños, pero de aquí a que saliera este niño nos agarraría la noche aquí.

Pité dos veces.

— ¡Camilo muévase o no lo llevo a ningún lado! — justo grite y el abrió la puerta de la casa con cuidado de que no se saliera Tommy, mi gato que estaba recién operado.

— Me estaba peinando — se sentó a mi lado en el asiento de copiloto, ¿se podía llevar a un niño de 10 años adelante? ni idea pero que pereza que se vaya atrás como si fuera yo fuera su uber, espere que se pusiera el cinturón para arrancar.

Destino, fiesta de cumpleaños de... ¿cómo se llamaba? ah si, Thian.

— Vamos tarde por usted estar peinándose, como si tuviera mucho pelo — lo escuche reír y revise la hora viendo que eran las 4 de la tarde cuando la fiesta empezaba a las 3 — Cristian Camilo vamos una hora tarde, una hora.

— De todas formas quien llega temprano a una fiesta.

— ¿Y si ya partieron la torta que?

— ¿Será?

— Quien sabe y si si pues ya perdió mijo por lento, quien lo manda a ser tan morrongo.

En un semáforo conecte el celular al carro para poner música, elegí entre las listas y al final puse Mamisonga de Ñejo y de la Ghetto subiéndole al volumen.

— Su mamá lo escucha cantando esto y le da un yeyo — ambos nos reímos porque sabíamos que podría ser verdad con lo cansona que era, sin embargo ambos seguimos cantándola.

Seguí manejando hasta una finca casi a las afueras de Medellín por lo que si íbamos tarde llegamos aún más tarde, pero bueno.

Nos dejaron pasar de la portería y cuando llegamos hasta la puerta había una señora esperando ahí parada, ambos bajamos del carro y nos acercamos a ella.

— Hola buenas tardes, que pena la demora solo que nos agarró un trancón ni el berraco y casi que no salimos de ahí — mentí, porque claramente no le iba a decir que fue porque el caballero aquí no era capaz de peinarse.

— A no se preocupe por eso mami, que uno ya sabe cómo son las calles de Medellín lo importante es que el niño pudo venir — mire a Camilo que estaba con el regalo en sus manos — papi si quiere vaya entrando que allá están todos los niños.

Él asintió y se giró para despedirse de mi.

— Mucho cuidado oyó? si pasa cualquier cosa le pide el favor a alguien que le regale un minuto y me llama — el dijo que si con la cabeza — cuidado si? que luego quien se aguanta a su papá alegándome.

Escuche a la señora reírse.

— Que si tía, voy a poner cuidado — le di un beso en el cachete y se fue.

— Me pueden llamar por si cualquier cosa, ¿por fa? es que en serio mi hermano es un fastidio y luego me la monta — ella se echó a reír.

— Cualquier cosa te llamamos.

— Gracias, entonces vengo a recogerlo a la nochecita.

— Listo mami, gracias por traerlo.

— Hasta luego.

Empecé a caminar hacia mi carro deteniéndome un momento para esperar que otro carro pasara y se estacionara adelante del mío, entré al mío y antes de arrancar vi un man alto bajando de ese mismo carro que aunque solo lo vi de espaldas me causó bastante curiosidad más por su pelo pintado.

— Uy no quien quita y sea bien feo de frente — hablé conmigo misma mientras ya arrancaba para irme a la casa nuevamente — los feos son los que salen más hijueputas.

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...

Escuche el celular llamar y corrí desde la cocina hasta la sala por el.

Ay no, ¿donde deje ya ese celular? bote los cojines al piso tratando de encontrarlo pero no estaba por ningún lado, cuando dejo de sonar por fin lo encontré. Quien sería, quizás es de la casa del amigo de Camilo para que vaya por él.

Devolví la llamada y al quinto tono contestaron con una respiración agitada.

— Ay hijueputa, Thian téngale eso con fuerza.

— ¿Hola? — ¿que pasaba?

— ¿Hablo con... Vanessa la tia de Camilo?

— Si, soy yo ¿es para ir ya por él?

— Es que... ¡cuidado! — fruncí el ceño.

— ¿Todo bien?.

— No, es que la nariz de Camilo está sangrando necesitamos que usted venga ya.

Sentí mi cuerpo desfallecer, esto no podía estar pasando.

— ¿Que, como que sangrando? — grite mientras empezaba a buscar mis zapatos para salir — ¿que pasó pues?

— Estábamos un partido y sin querer le dio un balonazo en la nariz.

— Ay como así — salí de la casa corriendo hacia el carro con los zapatos en la mano — ya voy para allá.

— Estamos yendo al hospital general porque esto no le deja de sangrar — sentí cada nervio de mi cuerpo tensarse más.

— Bueno, nos vemos allá.

Colgué sin más prendiendo el carro.

Vida hijueputa, es que a Camilo le tiene que pasar de todo cuando la que lo está cuidando soy yo en vez de partirle esa nariz cuando esté a cargo de sus papás.

Y yo aún sabiendo que le pasa de todo estando a mi cargo lo sigo cuidado cada vez que me dicen, es que no aprendo Dios mio.

Ay primer cap, que pena😭

ACLARACIÓN, al iniciar capítulo cuando esté el cosito vino tinto que no se como se llame es porque Vanessa es la que está narrando y cuando este el verde va ser Richard el que esté narrando

Xoxo; Zaia, su humilde servidora