Capítulo Seis
El ruido despertó a Yoongi. No estaba seguro de si se había desmayado o se había dormido.
Jungkook todavía lo llevaba en brazos. Inhaló su olor maravilloso y apretó sus brazos, alrededor de su cuello. Él gruñó en voz baja.
-"Los seres humanos están delante de nosotros. Estamos saliendo del bosque, pero te lo advierto, iré a donde tú vayas. Ellos quieren que un médico te examine Yoongi. Sólo quiero permanecer a tu lado. Luchare contra quien intente apartarte de mi vista".
-"No le gruñas a nadie, por favor." Levantó la cabeza.- "Ya eres bastante aterrador sin hacer eso."
Jungkook se detuvo por un momento. Min apenas podía distinguir su rostro bajo la luz de la luna, pero él asintió.
-"Simplemente no creo que pueda dejarte ir. Lo hice antes y mira lo que te pasó. Esta noche casi te matan. Esos hombres no habrían sido capaces de secuestrarte si te hubieras quedado conmigo. Nadie habría conseguido acercarse a ti. Los habría matado primero."
La culpa le desgarro por dentro.-"Lo de la lámpara..."
Lo miro y gruñó-bajo.-"No quiero hablar de eso."
-"No quería que te hicieran daño." dijo rápidamente.
Jungkook volteo la cabeza y olfateó el aire y empezó a caminar de nuevo. -"Hablaremos más tarde. Estas más seguro conmigo. Te protegeré. No trates de huir de nuevo. Sería una tontería."
Yoongi no pensaba discutir sus declaraciones. No quería volver a alejarse de Jungkook. Había pasado las últimas cinco semanas pensando en él. Le había salvado la vida, Jungkook debería estar enfadado con él por haberle golpeado con la lámpara y aun así, se sentía seguro entre sus brazos.
-"Lo siento."
Jungkook lo miró a los ojos. Aquel día lo había subestimado. Cometió un gran error. El le había dejado inconsciente en el suelo y se había marchado. Pudo ver el arrepentimiento en sus bellos ojos.
-"Estaba distraído por los machos que venían por ti."
-"Lo sé. Y me aproveche de eso. ¿Te hice mucho daño? "
La herida en la cabeza había sanado rápidamente, pero no la herida dentro de él. Él había querido mantenerlo a su lado, pero Yoongi Min le había abandonado. Toda su vida le habían rechazado.
Las mujeres y donceles que le llevaban a su celda, mientras estuvo prisionero, le suplicaban a los guardias que les sacaran de allí. Una hembra primate había chillado y llorado hasta que uno de los técnicos había vuelto para llevársela. La mayoría de las hembras de las nuevas especies, le tenían demasiado miedo y no le permitían tocarlas.
Yoongi le había rechazado al principio, pero después había respondido a sus caricias como ninguna otra persona lo había echo. Yoongi le importaba y le preocupaba profundamente que quisiera volver a abandonarlo. Tampoco quería mantenerlo como un prisionero en su casa, sabía que llegaría a odiarlo y él no podría soportar eso. Nunca podría hacerle daño.
Tendría que convencerlo para que se quedara con él, por propia voluntad. No sabía cómo hacerlo, pero tenía que convencerlo rápidamente. Los humanos tratarían de apartarlo de él, ellos temían a las especies, creían que dañarían a todos los humanos. Su apariencia no le ayudaría. Sabía que los otros machos parecían más humanos que él. Su aspecto era demasiado salvaje e intimidante.
Sabía que no podía hacer nada contra su aspecto, pero intentaría actuar de manera más civilizada. Él contuvo un gruñido. Nunca pensó que tendría que intentar llevarse bien con los humanos o ser dócil. Mirando fijamente a los ojos de Yoongi se pregunto: ¿El o su orgullo?.