Camino entre las personas y visualizo a mi hermana que se encuentra conversando con las demás chicas de su edad.
— ¿Qué pasó, Ket? — pregunto a mi hermana, pero ella no me responde y todas las chicas me miran fijamente.
— Lo que pasó, Caperucita, es que yo maté a un lobo — informa alguien detrás de mí. Cuando volteo para ver quién es, me llevo una gran sorpresa.
Es Tod.
Tod mató a un lobo, no puede ser. Estamos en peligro y todos celebran.
— Mataste a un lobo, te felicito — digo falsamente. Él se voltea para hablar con el jefe del pueblo y baja la cabeza en señal de respeto.
Mi hermana y sus amigas se ríen, claro, ahora Tod es el nuevo héroe. No había muerto un lobo a manos de un humano desde hace 10 años. Yo me voy a mi casa, no estoy de humor para fiestas.
¿Y si él es el lobo muerto?
Sentí como si me hubieran apuñalado en el pecho. ¿Es posible? No, él es muy fuerte. Los demás lobos lo respetan, no parece tan débil como para morir a manos de un idiota como Tod. Y si murió...
¿Qué será de mí?
Llego a mi casa, preparo algo de comer y me siento en la sala. Me siento culpable, algunas personas van a morir por mi maldita curiosidad. Termino de devorar mi bocadillo y tomo un baño. Mamá y Ket no han llegado de la fiesta, deben estar atormentando a alguna pobre alma. Lavo mi capa roja para que esté lista para mañana. Me deshago de mi vestido quedando en ropa interior. Y me envuelvo en las sábanas.
Aullidos.
Sangre.
Árboles.
Gritos.
Lobos.
Me levanto asustada, estoy temblando, acabo de tener una pesadilla, algo que no me pasaba desde hace mucho. Me levanto y tomo un baño para despertar completamente. Bajo a desayunar. Mi mamá y mi hermana ya están sentadas compartiendo los últimos chismes.
— Buenos días por aquí — digo en tono amable y me siento junto a ellas. Y ellas me lo reiteran al mismo tiempo.
Devoro mi desayuno, tengo más hambre que un lobo. Luego tomo mi canasta y me dirijo, como siempre, a la casa de mi abuela.
Llegó a la casa de mi abuela con mi canasta repleta de víveres.
— Querida , que paso — Pregunta mi abuela impaciente por saber el chisme, ella y mi hermana son iguales.
— Mataron un lobo — mi abuela se congela .
— Eso no es bueno — dice llevando su mano al corazón — Que pasará ahora?
No tengo ni la más remota idea. Los lobos se vengarán, eso está claro, solo que no sabemos cómo. Todos en el pueblo celebran sin saber lo que les espera.
Paso un rato con mi abuela y luego me voy a casa. La encuentro vacía, como de costumbre; mi hermana y mi mamá deben estar chismeando. Tomo un baño y me siento en el porche a mirar. Todos estaban celebrando, bailaban, cantaban y cocinaban su mejor cena. ¡Pobres!
Tod se acerca caminando, enseguida ahora es un héroe para todo el pueblo, menos para mí. Él llega y se sienta junto a mí. ¿Desde cuándo esa confianza?
— Hola, Caperucita — dice él pasando su mano por su cabello negro —¿Cómo has estado?
— Bien, Tod, gracias — le respondo con indiferencia.
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El bosque prohibido
FantasyKaylee, conocida en su pueblo como Caperucita Roja, siempre ha vivido bajo las estrictas reglas de Brushwood. Sin embargo, su curiosidad la lleva a cruzar los temidos árboles prohibidos, donde se encuentra con un lobo enigmático que cambiará su vida...