Estoy aquí , frente a esos grandes árboles. Mi corazón late acelerado, las lágrimas corren por mis mejillas sin intención de detenerse. El miedo recorre cada parte de mí, paralizándome. Pero debo seguir adelante. Seco mis lágrimas, cierro los ojos un momento y me subo la capa roja. Recordando todo lo que pasé junto a él.Mis piernas empiezan a moverse. Poco a poco voy dejando la luz y la calidez de mi hogar, y me adentro en la oscuridad del frío bosque. Después de esta noche, ya no podré verlo más, no podré abrazarlo, no podré tocarlo.
Mientras me acerco a ese lugar, mis ojos empiezan a nublarse; el miedo me hace temblar ,mi respiración se acelera al igual que mis latidos.
Llego al árbol que tanto conozco y me apoyo sobre su tronco , trazo con mis manos las iniciales marcadas que ahora son cicatrices que sangran a mi tacto .
— Lobo, los tuyos mataron a mi abuela —grito con todas mis fuerzas, mi voz hace eco en el bosque ,mientras más lágrimas empiezan a brotar de mis ojos una vez más .
Y entonces lo ví, su silueta aparece entre la oscuridad. Recuerdos fugaces cruzan mi mente. Puedo ver sus ojos grises asomarse entre la oscuridad.
Es mi peor pesadilla y a la vez mi más bello sueño.
— Kaylee.
— Lobo, ya no puedo seguir así —digo entre lágrimas— Me tengo que ir de este lugar.
— No, Kaylee, yo te voy a proteger —dice él e intenta acercarse.
— Lobo, necesito hacerte algunas preguntas —digo con voz temblorosa y me siento en el tronco. Él se sienta a mi lado— Promete que serás sincero; después me iré de tu vida para siempre, aunque sea en contra de mi voluntad.
Él asiente con la cabeza y yo saco la foto de mi hermana y se la doy. Es plena noche, pero la oscuridad no es un problema para él. Sus ojos se vuelven de color blanco; noto cómo se cristalizan.
— Kaylee... tú —puedo notar el dolor en su voz y eso me parte el corazón.
— ¿Ella es River? —pregunto, su vista está clavada en la foto— ¿Ella es la razón por la que solo me quieres?
Necesito saber la verdad detrás de todo esto.
— Sí... ella es la razón por la que no puedo seguir adelante.
— ¿Y planeas vivir así toda tu vida?
— Lo intenté, juro que lo intenté, pero no puedo; me niego a olvidar.
Me quedo en silencio escuchando lo que él tiene que decir. Veo sus ojos llenarse de lágrimas.
— Kaylee, no puedo amarte porque, para hacerlo, tendría que dejar mi pasado, y me niego. No puedo concentrarme en el futuro cuando mi vida se quedó en el pasado.
— Pero yo creí que querías un futuro conmigo.
— Kaylee, yo no puedo darte lo que te mereces. Ni siquiera soy humano y estoy roto.
— Pero a mí nada de eso me importa. Estoy dispuesta a vivir a tu lado. Sé que podemos ser felices. Olvidemos todo y simplemente vivamos.
— Yo nunca seré feliz —grita él, estallando en lágrimas— No entiendes lo que me estás pidiendo.
— Yo quiero vivir en un mundo contigo donde estemos tú y yo, juntos.
— Me aterra la idea de vivir en un mundo donde tengo que olvidar a River y a Lexy —dice, con la voz entrecortada.
— ¿Quién es Lexy? No entiendo qué pasó en tu pasado y tú tampoco me explicas.
Él se queda callado mirando la foto; su pecho sube y baja sin control. Sus lágrimas corren por sus mejillas y mojan la fotografía que sostiene con ternura.
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El bosque prohibido
FantasyKaylee, conocida en su pueblo como Caperucita Roja, siempre ha vivido bajo las estrictas reglas de Brushwood. Sin embargo, su curiosidad la lleva a cruzar los temidos árboles prohibidos, donde se encuentra con un lobo enigmático que cambiará su vida...