Ropa cómoda

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Los dos caminaban con calma entre el bosque disfrutando la brisa y sereno de la noche que los estaba acompañando, caminaban en lugares no tan poblados con motivo de estar en un lugar más calmado para el joven pilar de la niebla que se encontraba de vacaciones y mientras sostenían sus ropas nuevas y recién compradas, tomando dirección de regreso a la pequeña cabaña donde vivía Kotetsu mientras hablaban compartiendo pequeños momentos dulces de su día a día, siendo mas Kotetsu quien lo compartía, inundando su pláticas con lo dulce que sus sentimientos y palabras, claro que con algo de exageración.

El pilar de la niebla se notaba muy feliz al vivir ese pequeño momento de tranquilidad a lado del más joven, lo hacia sentirse, como un niño de nuevo, como si volviera a tener la edad de Kotetsu, claro que el en parte tenía envidia del menor, pues su preadolecencia no estuvo más que rodeada de tragedias y dolor después de la partida de sus padres, algo que podía simpatizar con el joven herrero, Kotetsu también era huérfano. Aunque claro que nunca profundizaban para no hacer triste uno al otro.

– Te puedo hacer una pregunta? -Preguntó Muichiro poniendo un semblante serio mientras miraba el camino entre los árboles.

– Claro, no tienes ni que preguntar -Respondió con entusiasmo ante el momento tan calmado que vivían los dos.

El pilar de la niebla tomó aire por unos segundos y exhaló, para luego mirarlo.

– ¿Por qué no corriste esa noche?,¿por qué tratar de ayudarme si podías irte? -Preguntó con la mente en frío el joven pilar.

Kotetsu se quedó en silencio ante el tono serio de la pregunta de su amigo, era algo nuevo sin ni una sola duda. Nunca pensó que le cuestionaría algo que tiene una respuesta tan simple como la que iba contestar.

– Bueno, no se cual es tu interés sobre eso pero es más fácil de lo que crees. Tú salvaste mi vida y la de Kanamori, y al final de cuentas por más mal que me pudieras caer o me llegarás a caer, no podía ser cobarde y dejar morir a alguien sin intentar todo lo que estuviera en mis manos para poder haberlo ayudado antes -Respondió con toda sinceridad y claridad, sin dejar de caminar a un lado del pilar.

– Ya veo... -Respondió el pilar, aflojando sus cejas, ya no pareciendo serio

El pilar simplemente detuvo, haciendo que por inercia el joven herrero también se detuviera y lo mirará.

– ¿Dije algo incorrecto? -Preguntó ahora con nervios al ver como el pilar se acercaba a él.

En un rápido y repentino acorralamiento el pilar de la niebla acorraló a su supuesto amigo contra un árbol, acercándose a el sin ni siquiera dar tiempo de reacción.

– T-Tokito! -Preguntó con nervios el más joven, al sentirse corralado por un alfa más grande que el y con un olor dominante, y que por la dirección del aire su fermonas lo golpeaba como oleadas.

Fuera de lo que pareciera, el pilar solo sumergió su cara en  el cuello del contrario y lo abrazo, soltando la ropa que tenia en su manos, haciendo que el más joven tuviera un millón de sensaciones cálidas encima aparte de estar confundido por las acciones del alfa de ojos aqua contra él.

– Solo déjame olerte un poco más, te lo ruego -Pidió con sinceridad el Pilar de la niebla mientras sumergía más su cara y abrazaba con más firmeza al contrario.

Claro que era una acción aparentemente inofensiva, pero desde afuera se veía muy raro ya que su cara estaba muy cerca de donde debería estar el lugar a marcar del más joven, y claro que eso a pesar de solo ser una actitud dulce del alfa, era como una propuesta indebida para las etiquetas de normas para alfas y omegas, claro que el pilar de la niebla no tenía ni idea de ello, solo estaba encantado por el aroma del más bajo.

Unión por compatibilidad [Muitetsu] <Concluida>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora