Unión por compatibilidad [Muitetsu] <Concluida>

El amanecer próximo.

Hola, dije que el final dependería de mi estado de animo, no es mi culpa.

Sobre aviso no hay engaño.

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La tensión en el aire desbordó de manera exorbitante, el calor del aroma a sangre y tejidos desgarrados eran lo suficientemente fuertes que era absurdo como se estaba desarrollando el inicio de ese último enfrentamiento.

Habían salido a la superficia con dificultades todos, pero lo habían logrado y los que no se ayudaban entre ellos.

Los Kakushis apenas iban llegando alarmados por haber salido en plena ciudad a la superficie, tenían que buscar disminuir las bajas lo más que podían y eso era claro, iba ser difícil y si no se tenia el debido cuidado podían morir incluso ellos mismos, sin tener que ser especialmente cazadores. Ese misma madrugada se estaban disputando el futuro de un mundo entero en las manos de la cofradía.

— ¡CAWW, GRUPO A RESTRINJAN A LA REDONDA, GRUPO C ENCARGENSE DE SACAR LAS PERSONAS DE LOS ESCOMBROS! -Grito un cuervo alto mientras trataba de dar instrucciones a los grupos que aún se acercaban.

No tenian idea de como podían encontrar a los cazadores pero tenían que tener fuerza para realizar incluso operaciones de emergencia si eran necesario.

—¡GRUPO B, AYUDE A LOS HERIDOS, GRUPO D APOYEN A LOS OTROS GRUPOS EN LO QUE PUEDAN! CAWWW -Grazno por último el cuervo antes de retirarse a toda velocidad.

Tembloroso Kotetsu miró a sus compañeros para saber los protocolos, sabía de cómo susurrar cortes profundos, también la aplicación por vía sanguínea gracias a las prácticas de primeros auxilios de la villa de los herreros y al tiempo que paso en la finca mariposa, pero solo sabía lo básico.

— Chico, por favor cuídate, no hagas nada estúpido, aquí nuestros caminos se separan, ve a los escombros y ayuda a ubicar a las personas sepultadas.-Se despidió valientemente aquel Kakushi que ayudo a Kotetsu antes de meterse entre las calles.

El más joven entendió y decidido se acerco a estos mismos escombros que pudo suponerner que no estaba tan lejos por la nube de tierra que aún había en el aire frío en esa cuidad en la madrugada.

Nunca se había metido por lugares tan estrellas y usando su olfato para localizar a las personas, para su fortuna no era tan difícil y la mayoría que ayudaba eran buenas personas y solas se recomponiendo para acercarse a la zona de batalla.

Pero sus ojos nunca fueron preparados para lo que tendría que ver enfrente suyo.

Por un segundo su mundo simplemente se detuvo, por un segundo su sangre se congelo.

No lo pudo creer.

— M-Muichiro -Su voz temblorosa y manos sudorosas se asomaron de los escombros al sentir el aroma de su amado cerca, y ya había visto de dónde venía.

Aquel alfa estaba siendo entregado aún cargado por Genya que se notaba alterado y preocupado al grupo de Kakushis, explicando casi gritando que tenían que darle sangre con urgencia pues había perdido una cantidad demencial de esta misma.

Kotetsu sintió sus que sus piernas temblaban y sudaban de sobremanera, el estómago se le revolvió como si una presión de mil trenes lo hubieran impactado.

— A positivo -Habló una Kakushis mientras tomaba el pulso.— ¡¿Alguien de A positivo?! -Exclamó fuerte para los otros Kakushis, tenían que hacer una transferencia de sangre rápida y ni había tiempo para trasladarlo a la finca mariposa.

Kotetsu corrió con sus fuerzas que le quedaban y casi tropezando, pensó en segundos y lo tuvo en cuenta, los destinados suelen ser del mismo tipo de sangre al ser en su totalidad compatibles en todo sentido alguno, así que si lo decía tenían la esperanza de ayudar aunque sea un poco, pero nunca pensó que verlo tan de cerca le afectaría tanto en su corazón.