Ahora más que nunca

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Hola, mi nombre es Lulu y soy severamente adicta al Muitetsu (Ya estamos en el 3er lugar en historias, arriba la esperanza abuelita)

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Muichiro desde el pequeño incidente con el cazador novato no a dejado a Kotetsu salir de su habitación, tomando las riendas como figura de autoridad y disfrazando sus celos con un "Es para que estés seguro y aprendas a querer tu nido", claramente tranquilidad era lo último que el estar encerrado a Kotetsu le causaba, tenemos que entender que es muy joven y en la villa el se daba rienda suelta a trepar en los árboles, caminar por todos lados como un loco o mejor dicho, alguien de su edad, y ser absolutamente sociable hasta con los pájaros si bien le iba.

Pero el estar encerrado era una tortura emocional aunque sabía que el pilar no lo hacía con mala intención, de ser de otra manera no lo dejaría pasar salir al balcón para tomar aire.

De igual manera tenía Kotetsu que entender que no todo se puede en la vida, y si que en las noches extrañaba al pilar, pero también cuando decidió estar con un cazador era tomar ese riesgo, le gustaba ser envidioso pero no podía serlo ahora más que nunca, tenía que ser fuerte por la cofradía y por el amor bendito que le tenia al pilar.

Ahora mismo solo podía hablar con Tanjiro, era el único que Muichiro no le gruñir cada que estaba con el o se acercaba minimamente al cuarto -por lo que el Kamado mayor le conto- así que tan triste no podía estar, solo tenía que esperar al atardecer para poder hablar con su amiguito.

— Kotetsu, de verdad no se que hacer para hacer que el ambiente con Muichiro sea mejor, ¿Alguna recomendación? -Suspiro el de burdeos acostado en el futon/nido del omega menor algo inquieto.

— Bueno, en el tiempo que hablaba con Muichiro, me enteré que le encanta hacer origami y aviones de papel -Habló sin mirar a Tanjiro, mientras que con sus herramientas hacia un pequeño mecanismo de madera y metal.

— Espera, ¿aviones de papel y origami? -Tanjiro en seguida se levantó al no creer las palabras que escuchaba.

— Sip, origami, le gusta mucho, esos de allá los hizo él-Señaló una estantería donde había dos pequeñas golondrinas de papel.

— Wow, son extremadamente hermosas -Miró con aprecio antes de levantarse y admirarlas más de cerca.

— La verdad es que si... -Suspiro levemente antes de pasar su mano por su vientre por arriba de la ropa.

Esos últimos días había notado la hinchazón y cambios en su cuerpo que nunca pensó sentir, como dolores en la piel por el estiramiento de esta misma, y sensibilidad más alta, ni hablar del vomito y mareo recurrente, se le estaba siendo una tortura .

— Kotetsu, ¿estas bien?, te eh olido decaído y en general eres muy platicador, ¿paso algo con Muichiro? -Tanjiro de verdad si se preocupa por el menor, en general, lo ve como a todos los niños que alguna vez conoció.

— Si, claro, solo, que es un poco complicado el embarazo, y la verdad no me agrada algunas cosas pero se que él final de todo se acerca y tengo que ser fuerte por Muichiro, tú y mi bebé -Sonrió decidido una vez más.

— Kotetsu, te admiro a veces tanto que no tienes idea de lo valiente que eres para tu edad -Sonrió Tanjiro antes de abrazarlo-

— Gracias Tanjiro, también confío en ti que si algo pasa, podrás cuidar la espalda de Muichiro,  así como se que él cuidará la tuya! -Exclamó algo feliz correspondiendo el abrazo.

Unión por compatibilidad [Muitetsu] <Concluida>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora